El Uno

Parece mentira, pero Boca hoy depende de un jugador.

Ese jugador no es Riquelme, ni Palermo, ni Palacio. Y mucho menos el Cata Díaz.

EL jugador FUN DA MEN TAL en la estructura del equipo xeneize, tanto futbolística como moralmente, se llama Mauricio Caranta.

Lo curioso es que ha logrado llegar a ese status de indiscutible y, hasta me animo a decir, irremplazable en sólo cinco meses y, como mucho, 25 partidos.

Apenas se lo vio rengueando, cualquier hincha de Boca que intuyó el cambio y ya veía a Bobadilla bajo los tres palos sabía que se venía la noche. El paraguayo es un buen arquero, pero en la cara se le nota más miedo que Abbondanzieri en sus inicios: le queda grande el arco de Boca, se nota.

El 1-3 le complica el panorama al xeneize, no tanto de cara a la revancha (al fin y al cabo, puede ganar 2 a 0 en la Bombonera y pasar a la final), sino con vistas al partido del próximo domingo ante Colón en Santa Fe.

Habrá que ver si Russo guarda lo mejor que tiene para apostar todas las fichas a la Libertadores, o si sigue en el intento de la doble corona.

Es una semana complicada para Boca. Una semana en la cual puede seguir en carrera en ambas competiciones, o bien despedirse de ambas. El que no arriesga no gana, dice el dicho…

Y, claro está, habrá que prenderle velas al UNO, para que lo de Caranta no sea nada y se recupere pronto.