Manotazos de ahogado
Resulta ingrato a la vista la realidad de River Plate, el equipo más campeón de la Argentina.
El equipo no sólo no evidencia signos de reacción tras el patético y tristemente histórico último puesto, sino que el futuro se vislumbra aún más negro en cuanto al juego, ya que en lo referido a ubicación final no hay manera de que quede posicionado peor que en el Apertura.
Lo exhibido el pasado domingo en Mendoza ante un equipo juvenil de Boca demuestra una actualidad preocupante, una situación casi insostenible en lo referido a la paciencia, y, para colmo, no queda claro cómo saldrá el equipo adelante, ya que la cara de procupación de Néstor Gorosito, recién asumido, parece la de un profesional que lleva meses de desdicha como DT y no un puñado de días.
La inclusión del pequeño Villalba, de apenas 16 años, y la promoción a la Primera del pequeño Erik Lamela, de igual edad, resultan un claro mensaje del Pipo hacia la dirigencia y hacia los hinchas del Millo: «Muchachos, esto es lo que hay. No me pidan maravillas con un plantel que apoya sus esperanzas en dos chiquilines».
Para colmo de males, no sólo lo afecta la desvinculación de Eduardo Tuzzio (de alguna manera, una voz cantante en el vestuario, un tipo con experiencia, un buen profesional y alguien que ponía algo de orden en la desordenada y desatenta defensa riverplatense), sino que luego de coquetear una vez más con Ortega y de protagonizar (aún) la novela del verano con el Ogro Fabbiani, Aguilar anunció con bombos y platillos la llegada de… Marcelo Gallardo, un gran jugador y, sin dudas, ídolo de River, que viene de una floja temporada en la intrascendente liga de fútbol estadounidense, la misma en la cual Guillermo Barros Schelotto se consagró campeón a finales de 2008.
Encima, el Muñeco aterriza en un club plagado de problemas y urgido por éxitos recién salidito de una operación de pubialgia, lesión traicionera si las hay dentro del fútbol, y que afectó, entre otros, a Pablo Aimar (jamás recuperó su nivel) y a Rodrigo Palacio (jugó poco y nada en 2008).
No caben dudas que en el comienzo de un año electoral, las movidas de Aguilar resultan manotazos de ahogado y no maniobras realmente pensadas y evaluadas con seriedad. En la situación futbolística y económica que está, el Millo no puede depender de un Ortega que aún sigue luchando contra el alcoholismo, o de Fabbiani, más gustoso de frecuentar boliches que de hacer una vida profesional seria, a pesar de sus enormes condiciones innatas.
Tal vez, si los socios de River analizan un poco mejor la situación, todo esto que le sucede al Millo será beneficioso para que haya un cambio de mando en la dirigencia, que vengan aires renovadores y, sobre todo, serios, y que River vuelva a ser el glorioso River Plate, que tantas alegrías le dio al fútbol argentino.
El problema es que Aguilar descuida la parte futbolística, pero ha hecho un gran trabajo con el resto de los deportes y las instalaciones del club. Por eso los socios lo votan, porque es un club deportivo y no futbolístico.
Igualmente se cansó de robar y debería irse, pero ese es otro tema.
Estimados lectores:
Entiendo y comparto la bronca de los que opinan, pero, respetuosamente, noto una ausencia de autocrítica.
¿Aguilar llegó de Marte e invadió el club? No señores. Fue candidato y no sólo ganó las elecciones, sino que FUE REELECTO por abrumadora mayoría.
Eso es algo que no puedo terminar de comprender.
Pido a algún hincha de River que lea este blog y que esté metido en la interna del club (Beto, por caso) que me lo explique.
Para mí, era cantado que perdía la reelección, pero evidentemente tiene banca adentro (Los Borrachos del Tablón) y afuera (recordemos que es VICEPRESIDENTE I de la AFA, miembro del Departamento Legal de la Confederación Sudamericana de Fútbol y también forma parte de la FIFA).
Por las dudas, Aguilar eligió un sábado para hacer la elección (3 de diciembre de 2005) para que no sea día de partido y voten la menor cantidad de socios simples, hecho que lo favoreció).
Lo del hijo del Enzo en Estudiantes es el colmo, sin dudas.
Es hora de que los futbolistas (Francescoli, Verón, etc.) se calcen la pilcha de dirigentes y echen a patadas a los inescrupulosos que manejan nuestro fútbol.
Gran diágnostico. No soy hincha de River pero es una verguenza que semejante cluib pase este trance. Saludos!
Pablo,
Primero que nada bienvenido de las vacaciones.
Segundo, vamos al grano.
Ya desde hace 2 o 3 a~os que vengo insistiendo con la Racinguizacion(?) de River y esto cada vez esta mas insoportable.
La idea de que Gorosito pueda ser tecnico de River, ya de por si es una verguenza. Es un tecnico que no tiene espalda para bancarse este plantel o para darlo vuelta ni tampoco para ponersele en frente a la dirigencia.
El mayor problema de River es obviamente la dirigencia incapaz y ladrona que se llevo toda la guita de las transferencias millonarias y que dejaba vueltos en la caja para traer desastres atras de otros desastres. Tambien se encargaron de reventar a las gloriosas inferiores del club.
Esto es culpa compratida con los tecnicos que obviamente no saben mechar a los pibes con los de la primera, que en caso de que no haya plata son los que llenan esos espacios vacios como en cualqueir club normal.
Pero obvio que River no es un club normal. Repasemos la historia reciente y veremos de que se habla. Astrada campeon semifinalista de la Copa le deshacen el equipo, y como hombre que quiere al club y que es derecho espero la primera goleada y se fue muy desporlijamente pero cuido su buen nombre y su posibilidad de volver al club. Despues vino Merlo asi de repente y tambien se fue de repente con el Gallardo-Gate, que a proposito despues de lo desastrozo que fue para el club, vuelve y se hace la diva porque el tecnico no lo llamo y lo pidio. En fin… Despues de Merlo misteriosamente aparecio Passarella y sus refuerzos truchos y campa~as horribles, salvo que ganaba los superclasicos, el resto un desastre. A la fuerza el presidente tuvo que traer a Simeone que venia bien y hasta gano un campeonato imposible pero la suerte no lo ayudo despues y se tuvo que ir. Y ahora viene Gorosito que es de los peores tecnico que hayan llegado a River en muchisimo tiempo, y lo digo antes de que dirija su primer partido de campeonato.
Que otros desastres? Pagaron un monton de guita por Ortega y Bellu y los dejaron ir como nada. Pagaron otro monton por Salcedo que no hizo pretemporada y lo quemaron de por vida.
Tengo que seguir???
Este campeonato si River llegua a la mitad de la tabla,seria un milagro.
Por suerte en el 2009 hay elecciones, y espero que las nuevas autoridades traigan un cambio positivo.
De todas maneras pedimos elecciones ya mismo.
elbeto (hincha del ex-mas grande)
Basta de jugadores mediocres, la camiseta de RIVER tiene que volver a tener el prestigio que tenía, no se la tiene que poner cualquiera, tengamos en cuenta que se pueden hacer 4 incorporaciones solamente porque sino se cambiaría casi el plantel entero.
Basta de Aguilar, porque Francescoli siempre le dijo que no a cada intento de traerlo para técnico o manager, será que como Enzo dice no tiene tiempo o será que es un SEÑOR y no quiere nada que lo vincule con Aguilar, porque los ex jugadores de renombre ( Placente, Dálessandro, Solari, Ledesma, Crespo ,Saviola, Aimar,Sorín, Angel, Ayala, etc) no quieren volver a River con este presidente, porque el hijo de Francescoli viene a la Argentina y en vez de venir a River va a Estudiantes.
Basta de hinchas pagados, que guían y decretan cuando y a quien gritar o alentar.
BASTA RIVER BASTA.
Al fin! Alguien que toca la tecla que ningún otro medio marca.
La renuncia de Aguilar y de toda la dirigencia oficial de River es obligatoria para salir de esta situación.
Esto es el resultado de años de pésimas decisiones para el club y grandes negocios para ellos.
Esto es insostenible y lo que más me sorprende es que todavía hay hinchas de river que vuelcan las culpas al cuerpo técnico y jugadores.
No quiero deslindar responsabilidades a estos últimos, pero en los últimos 5 años pasaron muchos y nunca se logro un nivel de juego acorde a River.
Basta, Aguilar andate, ya robaste más de la cuenta.
Es terrible el presente de River, uno de los peores, o tal vez el peor de su historia. La respuesta es simple: con una dirigencia como la que tiene es díficil esperar que las cosas funcionen bien