Brasil 1 – Alemania 7: un TORNADO pasó por Brasil
Primera semifinal y la expectativa de ver un gran partido.
Alemania , como comenté en el partido con Francia, el mejor equipo que había visto hasta ese momento. Y Brasil, que había mejorado, jugaba en su casa, pero sin dos de sus mejores jugadores: Thiago Silva, atrás y Neymar , estrella del equipo, adelante.
Todo, lo insólito, infrecuente, sorpresivo y tantos adjetivos que se podrían poner a lo que pasó, sucedió en 30 minutos.
Habían trascurrido 22 minutos y el partido lo iba ganando Alemania, que ya empezó mostrando su potencia y superioridad en el juego. El Tornado duró 8 minutos, de los 22m a los 30m. En ese lapso, Alemania hizo cuatro goles y se puso 5 a 0.
También todos los adjetivos posibles para los cinco goles: armónicos, brillantes, precisos. Maravillosos. Estos ya los vimos y andan dando vuelta por todo el mundo y no vale le pena describirlos ni quienes los hicieron, con los adjetivos alcanzan.
¿Qué pasó? Los brasileros, todos, (más sus defensores), los veían venir a los alemanes y llegó el segundo a los 22. Sacaron del medio y llegó el tercero y esto se repitió dos veces más, hasta que llegó el quinto gol. Durante escasos 8 minutos el desconcierto de Brasil, fue total.
Brillante lo de Alemania, pero a mí como ex jugador y después de haber visto mucho fútbol, fue una de las pocas veces que no pude disfrutar de un partido.
Sí vi como puede jugar en equipo de futbol, en todo el campo de juego y con todos sus jugadores siendo protagonistas.
Si hubiese existido en el reglamento, algo parecido al del boxeo (perdonen la comparación), el símil de los cuatro goles en ocho minutos, sería este y en un solo round, de 3 minutos. Contrincantes A y B… Violenta derecha a la cabeza de A (1-0), desconcierto de B, otra derecha esta vez a la mandíbula (3-0). Tambalea, pero aún resiste y recibe otro derechazo que lo sacude y presagia el K.O. (4-0) y llega una izquierda al hígado, (fulminante),(5-0), pero B, no sabe cómo, pero sigue, groggy pero en pie. Entonces, desde el rincón en manager “tira la toalla” en señal de abandono, terminó la pelea y ganó en forma contundente A.
En el fútbol obviamente no existe esta regla. Si hubiese existido, el partido terminaba a los treinta minutos, cuando Alemania ganaba 5 a 0.
Pero todo continuó. Llego el segundo tiempo, Alemania seguía jugando para hacer más goles y llegaron el ¡sexto y el séptimo! Y si se lo proponía, alguno más. UNA MÁQUINA DE JUGAR Y HACER GOLES.
Con un poquito más de orden y dentro de lo que significada estar padeciendo y sufriendo, ellos en la cancha y los “torcedores” en las tribunas, los brasileños consiguieron el gol del honor.
Alguna vez tenía que pasar algo inédito y pasó en Brasil. En una de las semifinales del Mundial 2014 entre Brasil y Alemania, los germanos golearon 7 a 1.
El 8 de julio de 2014 será un día que no podrán olvidar nunca ni los brasileros ni el mundo futbolístico.
Los alemanes ya esperan en la final del próximo domingo en el Maracaná, ante Argentina o contra Holanda.