De pie
Es realmente complicado explicar que Boca quedó eliminado de la Copa Libertadores, luego de haber jugado un partido extraordinario, en el cual fue ampliamente superior a su rival a lo largo de los 180 minutos que duró esta serie. Porque así como tal vez mereció quedar eliminado en primera fase y terminó entrando por la ventana a los octavos de final (gracias a Atlas), esta vez mereció mejro suerte, pero se tiene que ir de la competición.
Pero el fútbol es así. Y a pesar de que el xeneize fue siempre para adelante, en ambos partidos chocó contra Fernando Henrique, arquero de Fluminense y alias «el hombre elástico», que siempre estuvo cuando tuvo que estar, evitando goles imposibles, como la atajada de Play Station que hizo ante un puntinazo de Palacio al ángulo desde la mitad del área, hace un semana en la cancha de Racing.
Boca fue más y mereció más. Defendió a más no poder su condición de campeón y debió pasar a la final… Pero todo sería muy aburrido si no existieran los «imponderables del fútbol». Y cuando finalmente se hizo justicia en el marcador y Palermo (siempre Palermo) metió al arquero con pelota y todo adentro del arco (de otra manera era imposible), Fluminense encontró en un tiro libre perfectamente pateado por Washington un premio muy grande: el 1 a 1. Y para colmo, cuando Boca seguía para adelante, un contragolpe terminó con un zapatazo a cualquier lado de Diego Conca, que le pegó en la espalda a Ibarra y se metió junto a un palo en el arco de Migliore.
El tercero fue más anecdótico y provocado por el cansansio que otra cosa. Quien haya visto el partido sabe que es así. El 1-2 era insostenible. El resultado final era 2-2 o 1-3. Y fue 1-3 tras un puñado de errores defensivos (los únicos de una línea de cuatro firme, segura, impasable) que culminaron con una salida en falso de Palacio que terminó con el pase a un rival en la medialuna del área, que Dodó no desaprovechó, y que hizo explotar al estadio Maracaná (¡Qué estadio hermoso por favor!).
De todas maneras, es de destacar los dos partidazos que jugaron Boca y Fluminense en esta serie. Emotivos, con final incierto, con un ritmo arrollador y desgastante. Fueron dos partidos que hicieron recordar al fútbol que se jugaba en los ´70 y en los ´80, donde importaba más jugar bien, y que ganar era, precisamente, la consecuencia de jugar bien. Ojalá sea contagioso.
De nada sirve pensar qué hubiera pasado si a Migliore no se le escapaba la pelota que se convirtió en el 2 a 2 del equipo brasileño en Avellaneda. Porque estando 1-2, a lo mejor los conducidos por Renato Portaluppi planteaban el partido revancha de otra manera.
Así las cosas, Fluminense, que más que al fútbol jugó al ajedrez, tanto en Argentina como en Brasil, estratégicamente se terminó llevando el pase a su primera final copera, y se convirtió en el primer equipo brasileño en 45 años en eliminar a Boca de la Copa Libertadores, desde que el Santos de Pelé le ganara la final de 1963. Algo histórico y merecido, si se tiene en cuenta de que logró su clasificación con armas nobles, y que en el camino había dejado a otro gran candidato: San Pablo, además de brindar una de las mejores exhibiciones de fútbol del año ante Arsenal de Sarandí.
Ahora, el equipo carioca irá por toda la gloria ante la Liga Deportiva Universitaria de Quito, sin dudas el equipo revelación de esta edición. Será una de las pocas veces en la historia en la cual dos equipos que compartieron grupo en la fase inicial definan la copa. En aquella ocasión, fueron dos partidos bien cerraditos: 0-0 en Quito y 1-0 para Flu en Río de Janeiro, co gol de Cicero.
En 15 días sabremos quién es el nuevo rey de América. Boca, por su parte, irá en busca de la hazaña en el torneo local (está a 4 puntos y quedan 6 en juego) y seguramente buscará revancha internacional en la Libertadores 2009, en la Recopa (en agosto ante Arsenal de Sarandí) y en la próxima Sudamericana.
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Crédito de la foto: Olé
Links (adivine qué blog es escrito por un hincha de Boca y cual no):
Boca fue grande hasta en la forma de caer eliminado (Muy Boca)
Qué lástima, pero adiós (Tic Espor)
Boca murió sin abandonar su esencia (Vale Chumbar)
Ser campeón (eBlog)
Con sabor a poco (La base está)
Boca muere de pie (Tremendamente Motivados)
Out, no salió ni el tiro del final (Todo Boca)
Los goles no se merecen, se hacen.
Lamentablemente, si se mira el partido desde la óptica de quién tuvo más la pelota, tendría que pasar Boca. Sin embargo, hay dos cosas que quiero señalar:
1º: Fluminense me parece merecido ganador de la serie. ¿Por qué? Porque de visitante remontó dos veces un resultado adverso. No importa de qué forma lo hizo, pero se destaca la actitud: al igual que contra San Pablo (y contra el mismo Boca en el partido de Vuelta), los Xeneizes, después de hacer un gol, no llegaban a reacomodarse en el partido antes de que volviera a decretarse empate en el marcador. Y el Flú en la vuelta hizo lo que cualquier equipo que juega contra Boca hace: defender el resultado que le favorecía. Creo que ésto, más que por respeto o por el buen juego de Boca, es por miedo.
De todas formas, la actitud es totalmente lógica. Y, cuando el resultado se da vuelta, sale a buscar el partido, y consigue el gol en la primera ocasión, con un tiro libre exquisito. ¿Van a decirme que eso no es meritorio? ¿Bajo qué argumento? Boca depositó toda su confianza en la genialidad de Riquelme, que lastimosamente para los xeneizes, estuvo totalmente ausente anoche. Palacio sigue pasando inadvertido por no saber aprovechar sus innegable capacidad. Dátolo, si no lo hace correr Riquelme, no juega a nada… el centro a Palermo fue malísimo. Y a esto quería llegar: el mejor jugador de Boca es actualmente, y sin lugar a dudas -al menos para mí-, Palermo. Es un verdadero león en el area, alguien que cabecea y gana la pelota SIEMPRE, pero SIEMPRE. Un jugador como él es un plus para el equipo en que juega. Miren lo que hizo contra Atlas en el partido de vuelta por los cuartos de final, cuando la mayoría del público daba por muerto a Boca: definió la serie en 19 minutos, oportunismo y genialidad mediante. No importa si el Titán no es un gran controlador de la pelota… hace lo que tiene que hacer, y lo hace de forma excelente. Palermo ayer hizo un gol casi imposible, porque fue a buscar un centro que caía cerca del palo del arquero, sin ver si se estaba yendo de la cancha, y sin ver si el arquero estaba acercándose para llevárselo puesto. Hizo lo que debía hacer, y tuvo su recompensa.
No obstante, su equipo no lo ayudó; las más claras para volver a dar vuelta la historia las tuvo él, tras un cabezazo que el arquero del Flú sacó y otro cabezazo que, si no va a las manos del arquero, se mete por abajo y a gritarlo. Pero, díganme, ¿qué otra jugada de gol neta le encuentran a Boca? La de Ledesma, a lo sumo. Por eso para mí Boca fue superado y el resultado no es injusto.
2º: Me parece realmente ridículo lo de Niembro y Closs. A ver, cuando San Lorenzo jugó contra la Liga, de visitante, elogiaban la actitud del Ciclón, diciendo que se estaba «defendiendo con uñas y dientes, como hay que jugar estos partidos», cuando la Liga lo estaba metiendo en un arco…
Ayer, elogiaban al equipo que atacaba. Misma situación, distinto punto de vista (sin duda, por ser argentinos) ¿En qué quedamos?
Busico anda a opinar de rugby, que por suerte es de lo unico q podes hablar y hasta ahi nomas.
Tres Libertadores y una Intercontinental ganadas por penales. Alguna vez tenía que pasar. Leyendo y escuchando a la gente de Boca parece que hubieran perdido la final y por un gol de diferencia mal cobrado. ¡No ganaron ninguno de los dos partidos en semifinales! Pero bueno, quizá se les da en el campeonato local. Todavía tienen chances…Están a cuatro puntos y faltan seis. Estudiantes estaba igual hace muy poquito…
Esto tiene una explicación sencilla: el Flu es un raro equipo brasileño que juega como toda la vida jugaron la mayoría de los buenos equipos brasileños, y tuvo la cuota de suerte (y ayuda de errores ajenos) necesaria para ganar la Copa. La misma que otras veces tuvo Boca. Lo bueno, como bien apuntás, es que la propuesta de jugar bien, o intentarlo, también la aceptó Boca (si un equipo dirigido por ese jugadorazo que fuera Ischia llegaba a hacer otra cosa, era para apuntar a otro DT al Club de los chantas del fútbol argentino, muy numeroso, por cierto).
Sin ánimo de ofender, y sólo por ganar amigos, apuntemos que en la eliminación de tres de los equipos argentinos han tenido parte errores de sus arqueros en momentos clave, que luego no pudieron compensarse con golpes de suerte equivalentes en el área rival: bloopers de Andújar, Orión y Migliore fueron de gran importancia para definir partidos a favor del contrario. En otros tiempos, los arqueros tontos o sin manos, los Clementes o ‘arquerudos’, los tenían siempre los brasileños: se salvaban tipos como Leao o Manga, y el resto eran todos unos salames. Nuestros grandes de los tres palos eran más bien del estilo de este Fernando Henrique. Hoy casi todos los arqueros argentinos dan rebote, no salen a cortar los centros, se complican con la pelota en los pies, se trompean con el delantero contrario que en ejercicio de su función atropella cuando hay pelota dividida, y demás repertorio de giladas rutilantes. Una de las causas del declive de nuestro fútbol es que ahora se juega realmente mal. En el puesto de arquero y en los defensores, la pérdida de técnica es notoria, e influye más en los resultados.
Pablo, lo que pasa es que creo que siempre que perdés, el rival te superó.
Por lo demás, como te decía, entiendo el comentario de -por ejemplo- mauro29, es hincha y necesita reponerse.
No soy de los que cree que Boca llegó a la semifinal «de culo», y tampoco considero que haya perdido esta serie «de culo».
Le costó pasar la fase de grupos; superó claramente a Cruzeiro; tuvo solvencia para jugar de visitante contra Atlas y mucha eficacia -lo que le faltó en casi todos los demás partidos. Como déficits importantes surgen que, curiosamente, anduvo dubitativo de local, tuvo muy baja -reitero- eficacia ofensiva y le faltó solidez defensiva.
No faltan -en tus palabras y en las de algún comentarista- indicaciones elípticas al modo en que fue eliminado River. Y eso es lo que más extraña.
Mirando la repetición del segundo gol, me parece que Conca, más que patear al arco, intenta cruzarla al otro lado para la entrada de Washington (creo que eso también es lo que interpreta Migliore, por eso sale hacia el segundo palo y queda mal acomodado por el rebote). Aunque después el mismo jugador da a entender como que quiso definir.
Boca jugó bien, como tenía que hacerlo (el 0-0 y el 1-1 lo dejaban afuera), fue al ataque siempre (aunque sin tanto juego asociado, la mayoría de las jugadas de riesgo de Boca llegaron desde pelota parada). Fluminense planteó muy bien el partido, algo que los equipos brasileños nunca le pudieron hacer a Boca. Cuando tuvo que atacar (0-1 abajo) encontró un gol rápido y volvió a su esquema. Inteligentísimo. Y además tuvo mucha suerte y un arquero que, si bien da muchos rebotes, no se complica demasiado.
Me quedan otros dos factores: El error de Migliore en el partido de ida (como decís, Fluminense hubiera salido de otra forma si ese partido terminaba 2-1) y la estupidez del hincha que agredió al línea. Boca hubiera tenido una serie mucho más fácil si jugaba de local en La Bombonera, sin lugar a dudas.
Pablo, no hace falta que aclares nada.
Desde hace 10 años, cada vez que Boca pasa una serie tras otra, la «contra» utiliza como recurso el «qué culo tienen estos bosteros!».
El que tuvo la posibilidad de ver todos los partidos de Boca en la Copa, habrá podido apreciar que el equipo salió a atacar y a ser protagonista en todos los partidos, incluso en los de la fase inicial, cuando «la lógica» no indicaba nada.
Ayer, que el «culo» estuvo sin dudas del lado del Fluminense, la necedad parece que obliga a no entender la metáfora «morir de pié».
Yo estoy muy orgulloso de perder jugando así, contra un Maracaná repleto y once jugadores enfrente.
Loncho: entiendo tu análisis y lo respeto. Pero la verdad es que siempre prefiero que un equipo argentino pierda así que por goleada, dando lástima, superado por su rival, perdiendo partidos increíbles, y tantos otros matices que pueden darse ante una derrota.
Un abrazo
No sé, Pablo, no me cierra.
Boca jugó como no le quedaba otra. No es muy meritorio atacar cuando el empate te deja afuera.
Jugó bien? Depende. Generó situaciones, pero convirtió sólo una. Y el rival, jugando de contra, como indicaba la lógica, le generó, además de 3 goles, varios dolores de cabeza.
Pudo haber empatado y hasta ganado, por supuesto. Pero ¿qué significa «morir de pie»? ¿Perder? ¿Perder por poco? ¿Mantener en suspenso el resultado hasta el final?
Muchas veces escuché eso de «perder así me enorgullece». Me parece bien dicho por hinchas, jugadores y técnicos, porque necesitan superar la frustración, la derrota con lo que haya a mano para alimentar el orgullo caído. Pero no creo que sirva para nada utilizar este recurso en una nota periodística.
Corrés el riesgo de parecerte a los ¿periodistas? de Radio Mitre.
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