El otro Mundial: Cristiano Ronaldo picó en punta en la lucha con Messi y Neymar por el Balón de Oro
Tres estrellas. Tres debuts mundialistas. Tres empates. Pero diferente sabor en el paladar de cada uno. Ni en su mejor sueño Cristiano Ronaldo imaginó tener un arranque en Rusia 2018 como el que tuvo. Actor protagónico principal del electrizante 3 a 3 entre Portugal y España, picó en punta en la competencia paralela que se juega en la Copa del Mundo: el Balón de Oro al mejor futbolista. Lionel Messi y Neymar, en cambio, no estuvieron a la altura.
Tres goles para el crack de Real Madrid. En 90 minutos señaló la misma cantidad que en sus tres mundiales anteriores (uno a Irán, de penal, en 2006, otro a Corea del Norte en 2010 y el restante a Ghana, en 2014) y eso le bastó para convertirse en el cuarto futbolista en marcar en cuatro copas consecutivas, después de Pelé, y los alemanes Uwe Seeler y Miroslav Klose.
La estadística no deja lugar a dudas: Cristiano tuvo una actuación superlativa, muy por encima de lo que exhibieron sus contrincantes más conocidos en el camino al Balón de Oro (Lionel Messi y Neymar) y aquellos que arribaron a suelo ruso con la ilusión de ratificar su gran temporada, como es el caso del egipcio Mohamed Salah, sin acción en el debut ante Uruguay por su lesión en el hombro derecho durante la final de la Champions League.
Según datos de OPTA, el rosarino fue el responsable de 11 de los 26 remates de la Argentina al arco islandés, pero el más importante (el penal) fue desviado. Sin embargo el portugués fue mucho más efectivo: realizó 4 de los 8 tiros a la valla española y marcó tres goles. Neymar apenas remató al arco suizo en dos ocasiones.
Además, Cristiano tuvo un 94,4% por ciento de efectividad en sus pases (36) frente a un 85,7% de coeficiente de Messi (70), a su vez menos de la mitad de los que hizo Javier Mascherano. Neymar, en tanto, pasó el balón en 37 ocasiones, con un promedio de 86,5% de eficacia, pero a su vez perdió 23 balones. Al crack de Barcelona le quitaron el balón en 27 ocasiones y al ídolo de Real Madrid, apenas en 7.
En el mano a mano entre Messi y Cristiano resulta interesante el dato sobre cómo se movió cada uno. A lo largo de los 96 minutos del partido ante Islandia, la Pulga recorrió 7,5 kilómetros y pasó el 82% del tiempo en campo islandés. Y cuando encaró en velocidad (en 17 ocasiones), su máxima fue de 25 kilómetros por hora. En este rubro, Cristiano también lleva la ventaja: recorrió 8,7 kilómetros en los 95 minutos del juego con España y pisó suelo rival el 66% de ese tiempo. Además, hizo 30 piques y estableció una velocidad máxima de 34 kilómetros por hora.
Por si fuera poco con la evidencia de los números, a CR7 también lo apoyan sus compañeros. Hoy, en conferencia de prensa, el volante luso Adrián Silva sentenció : «¿Cristiano o Messi? No hay comparaciones posibles. Para nosotros sólo existe un líder y es el que está con nosotros.»
Sucede algo curioso con CR7: se lo critica más por la alta dosis de egocentrismo que exhibe en sus redes sociales que por lo que realmente vale: su importancia y trascendencia dentro del campo de juego, donde al mejor estilo Usain Bolt ratifica con hechos sus palabras. Sus detractores se detienen en considerar que el luso actúa para las cámaras cuando, por ejemplo, inhala y exhala fuerte antes de ejecutar un penal o un tiro libre, cuando lo importante es que en ambos casos la pelota terminó en el fondo de la red española.
La realidad es que todas estas estadísticas pueden modificarse con los próximos dos partidos de la fase de grupos. Messi tendrá que enfrentar a los defensores de Croacia y Nigeria, Neymar a los de Costa Rica y Serbia, y CR7 a los de Marruecos e Irán. Pero hay algo evidente: por el rival, las circunstancias de juego y su rol protagónico, Cristiano Ronaldo exhibió las cartas con las que se ilusiona con ser el mejor futbolista de Rusia 2018, y llegar a Portugal, el actual campeón de Europa, lo más alto posible.