Kaká lo hizo

La estrella brasileña fue demasiado para un Boca que jugó de igual a igual ante el Milan, pero que terminó perdiendo 4 a 2 la final del Mundial de Clubes 2007. El mejor jugador del planeta de la actualidad se llevó todos los laureles en Japón, luego de servirle dos goles a Inzaghi (el primero y el cuarto), y anotar el transitorio 3 a 1.

El campeón de América planteó un juego muy parejo, y fue superior al rey de Europa durante el primer tiempo. Sin embargo, un descuido defensivo terminó en una jugada que Kaká, tras un rebote, habilitó a Inzaghi, quien estableció la apertura del marcador. La injusticia duró poco, ya que sólo un minuto después Palacio puso el 1 a 1 de cabeza, tras un centro de Morel Rodríguez.

En la segunda parte, Nesta aprovechó otro rebote para poner el 2 a 1 a los 5´. Pocos minutos después de dio la jugada que pudo haber cambiado la historia: Ibarra, casi en una pierna por un fuerte tirón en la cara posterior del muslo izquierdo, encaró hacia el área rival y sacó un remate impresionante que tenía destino de red, pero el palo de Dida se interpuso. Casi a la jugada siguiente, el enorme Paolo Maldini cayó al piso lesionado y Gattuso, en lugar de tirarla afuera para que atiendan a su compañero, la tiró larga para Kaká, quien demostró su enorme categoría de jugador distinto, amagó con tirar el centro, aceleró y frenó mil veces, y finalmente definió ante Caranta, quien no tuvo una buan noche y no pudo contener el remate mordido del brasileño.

S i el 1-3 sonaba a exagerado, no hay manera de describir qué deben haber sentido los hinchas y jugadores de Boca cuando vieron que el cartel electrónico ponía al equipo argentino 1-4 abajo. Una pifia de cabeza de Morel Rodríguez fue aprovechada por Seedorf, éste cedió a Kaká, quien le puso un moño a la pelota y le dijo a Inzaghi: «tomá y hacelo», ante la salida de Caranta.

Boca sintió el cachetazo y apenas pudo hilvanar un par de ocasiones más de peligro. En una, Palacio sorprendió con un disparo fuerte desde la medialuna del área, pero Dida estaba bien ubicado y controló sin problemas, y en la otra llegó el merecido descuento (remate de Ledesma que Ambrosini se llevó por delante y la mandó al fondo de su propio arco).

Kaká tuvo dos chances más para humillar más a Boca, pero desmostró que es un ser humano y en una cabeceó afuera desde el área chica, y en la otra Caranta se lo tapó en el mano a mano.

A pesar de que fue un partido limpio y casi sin infracciones, el árbitro mexicano Marco Rodríguez fue extremadamente riguroso con Kaladze y con Ledesma, y expulsó a ambos jugadores por faltas merecedoras de tarjetas amarillas.

Para destacar en Boca:

• El gran torneo de Rodrigo Palacio (merecido ganador del balón de bronce al mejor jugador del torneo). Seguramente, llegarán varias ofertas por él en los próximos días. Hasta Kaká lo elogió como «un jugador grandísimo».
• La gran tarea en la final de Ever Banega.
• El muy buen partido que jugó ante el Milan, aún a pesar de la derrota. Que el resultado no oculte la actuación del conjunto argentino en Japón.

Para destacar del Milan:

• El interminable Paolo Maldini (otra vez campeón del mundo a los 39 años y medio).
• La importancia de Gattuso y de Nesta en el mediocampo.
• La capacidad goleadora de Inzaghi (tocó tres pelotas y metió dos goles).
• La fuerza de Clarence Seedorf.
• La claridad, la explosión, la importancia, la mentalidad, el juego, la magia, el compañerismo y la humildad de Kaká. El mejor del mundo, lejos. Un futbolista que sabe lo que es jugar en equipo y lo importante que significa pasar el balón en el momento justo. Si quiere ser el mejor del planeta, Lionel Messi debería pedirle a Papá Noel un par de videos de Kaká para la inminente Navidad.

El Milan se consagró campeón del mundo por cuarta vez en su historia y, a la vez, cerrará el año como el equipo más ganador de títulos internacionales con 18, seguido por Boca, su vencido, que se quedó en 17.

Las lágrimas de Palermo envuelven el sentimiento de todo el pueblo xeneize, acostumbrado a ganar casi todo lo que juega desde el ´98 a la actualidad. Sin embargo, una frase lo resume todo y hasta reconforta: «Peor es no ir a Japón».

Crédito de la foto: FIFA.com