La magia de Roger Federer pasó por la Argentina
La visita de Roger Federer, el tenista más grande de la historia, a la Argentina ya forma parte el pasado.
Fueron algo más de tres días intensos para el suizo, que dejó en evidencia su enorme grandeza, su humildad, su don de gente, su simpatía, su cordialidad y, claro está, su extraordinaria calidad a la hora de pegarle a la pelotita.
Antes de viajar, conoció y quedó maravillado con las Cataratas del Iguazú:
Por la mañana desayunó con un selecto grupo de periodistas y empresarios, al mediodía jugó al fútbol tenis con Delpo, Batistuta, Schiavi y Adolfo Cambiaso en la Bombonera y por la noche ofreció otro show de tenis.
A diferencia del miércoles, tanto a Roger como a Delpo se los notó más relajados, gracias a lo cual se permitieron más lujos: Federer tiró dos Willys en el mismo punto y las tribunas lo aplaudieron de pie.
Hubo otra vez juego con la gente, y regalo de pelotitas, remeras, toallas, etcétera. La gente le regaló a Delpo una de las ovaciones más cariñosas que recibió en toda su vida, jugando en la Argentina.
Como el miércoles ganó Juan Martín y anoche Roger, cada uno se llevó una Copa Claro Nokia para sus vitrinas, además de plaquetas como “Ciudadanos distinguidos de la Ciudad de Tigre”, algo que también recibió una hija pródiga: Gisela Dulko, y también los dos grandes del tenis argentino: Guillermo Vilas y José Luis Clerc.
Como suele pasar, la nostalgia del “ya pasó” se entremezcla con la emoción de haber visto en vivo a una de las leyendas vivientes del tenis y del deporte mundial. Y Dame Pelota dijo presente.
El partido de anoche, completo:
Tras la complicada primera noche, la organización mejoró en varios aspectos, pero no en otros.
Algunas diferencias y similitudes entre una noche y otra:
- Desde la estación Tigre del tren Mitre, ayer hubo micros gratuitos al estadio.
- Los accesos se mejoraron y se despejaron de automóviles desde temprano.
- El Wi-Fi en el estadio fue, en las dos jornadas, inexistente. Lo mismo pasó con las conexiones individuales vía 3g y también con las llamadas telefónicas.
- La conectividad a internet en la carpa de prensa también dejó que desear.
- Al igual que el miércoles, tampoco hubo una TV en la carpa de prensa, para aquellos periodistas que, afectados por la falta de conexión y de pupitres dentro del estadio, debieron trabajar desde allí.
- El público del jueves tuvo mucho más respeto por el juego que los excitados espectadores del miércoles, lo que permitió un mejor espectáculo.