Liu Song, el chino del ping pong
El hombre celebró como si fuera Maradona y acabase de meterle el gol a los ingleses.
No es para menos.
Liu Song tiene 39 años, 12 de argentino a nivel profesional, y ayer su «Mano de Dios» le permitió colgarse la medalla dorada en los Juegos de Guadalajara. La primera de oro de la historia para la Argentina en tenis de mesa en Panamericanos.
Pero lo que vino después fue grandioso. #elchinodelpingpong fue Trending Topic en Twitter, y casi todos alabaron su conquista.
En la redacción de La Nación y canchallena.com la ovación y los aplausos conmovieron. Un poco por la simpatía que generó el personaje en sí, y otro por la manera de celebrar. Además, no había dudas: teníamos tapa.
Liu Song, que es más calmo que agua de estanque, ayer enloqueció. Nunca nadie lo había visto así. Hizo volar su paleta hasta el techo del gimnasio Code Alcalde, ensayó una vuelta olímpica alrededor de la mesa de juego haciendo el avioncito y se despatarró en el piso. Adornó su festejo de oro abrazándose con su cuerpo técnico, con sus compañeros, con todos. Hasta recibió una caricia del público mexicano, que había intentado todo para sacarlo de concentración durante la definición ante el local Marcos Madrid, a quien venció 4-1. «¡Buuh, Buuh! ¡Chino, tú no hablas español», le gritaban desde las tribunas. Pero Liu, remanso por fuera y un león por dentro, se diplomó campeón panamericano en tenis de mesa y, como enorme premio extra, se clasificó para los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Más: a los 39 años le dio a nuestro país la primera medalla de oro en Juegos Panamericanos en esta disciplina. Por eso pegó aquel salto de rana, impulsándose con los pies hacia adelante, cuando le tocó subirse al escalón más alto del podio.
El texto anterior forma parte de la nota al respecto realizada por Gastón Saiz, enviado de La Nación a Guadalajara, que puede leerse completa haciendo clic aquí.
Cuando en medio del festejo le preguntaron si iba a celebrar con chicas (consulta desubicada si las hay), Song respondió, fiel a sus principios y a su esposa: «Nooo nooo. Casado. Casado»
Liu Song es, desde ayer y para siempre: #elchinodelpingpong. Y está bien que así sea.