¿Quiénes son para juzgar a Del Potro?
Juan Martín del Potro decidió no jugar la Copa Davis durante 2013. «Tengo objetivos importantes en el circuito», se justificó, más allá de sus claros roces con el capitán Martín Jaite.
De allí en más, se produjeron una catarata de reacciones. Los que alguna vez jugaron al tenis fueron los más sensatos a la hora de declarar. «Me parece perfecta la decisión de Del Potro», dijo el subcapitán de la Davis, Mariano Zabaleta. «Los jugadores utilizan el calendario como les gusta», sentenció el enorme Guillermo Vilas, quien tampoco ganó la Davis.
Pero lo más curioso es lo que se dio en el común de la gente, y hasta en algunos periodistas. Acusaron a Delpo de “traidor a la patria”, de hereje, de vendepatria, y de otras exageraciones tan ridículas como infundadas. Y lo triste es que, en general, son los primeros en subirse al carro de los triunfos…
Fueron tan exageradas esas palabras, que hasta Juan Martín acusó recibo. “Ganar más Grand Slams o una medalla olímpica también es representar al país”, volvió a justificarse, aún cuando no tenía necesidad de hacerlo. Y luego terminó de entenderlo: «No puedo conformar a todos».
A aquellos que critican actitudes ajenas se les pregunta:
- ¿Quiénes son para juzgar a Del Potro?
- ¿Por qué no disfrutan de ser contemporáneos del que a los 24 años se convirtió en el tercer mejor tenista argentino de la historia, y que sueña con ir por más?
- ¿Por qué no apoyarlo en su búsqueda por ser el número uno del mundo y de ganar mas Grand Slams, lo logre o no?
- ¿Por qué volver a cometer el error de siempre, el de minimizar a los deportistas argentinos, aún cuando estos dejan todo por ser lo mejor que puedan ser?
- ¿Por qué minimizar lo que logró y lo que logrará Delpo porque en pos de eso tal vez no le da prioridad a la Davis, esa Copa que NINGÚN ARGENTINO ha ganado aún?
- ¿Haremos con Del Potro lo mismo que con Reutemann y con Sabatini, léase minimizar sus presentes para luego agrandarlos una vez retirados?
Una vez leí en internet un cartel brillante, que estaría ubicado en un club: “Si quiere un campeón en la familia, entrénese. Mientras tanto, deje que su hijo juegue feliz». Lo adapto a esta cuestión: “Si quiere que la Argentina gane la Copa Davis, entrénese. Mientras tanto, deje que Del Potro tome las decisiones que quiera con su vida profesional”.