Se apagó la Caldera
La boca llena de gol, en lo que sería su último grito como profesional, ante Boca.
Con gran tristeza escribo estas líneas.
El sorpresivo retiro de José Luis Calderón, a días de jugar el Mundial de Clubes con su querido Estudiantes de La Plata, no deja otra cosa que un hueco enorme entre los grandes goleadores activos que tiene el fútbol argentino.
Caldera conformaba, junto a Palermo y al Bichi Fuertes, un trío de clásicos romperredes. Esa raza de jugadores que viven por y para el gol.
Habían sorprendido sus declaraciones de anteanoche, cuando dijo: «Me arrepiento no haberme retirado hace seis meses«, dado que su idea inicial era despedirse campeón de América, pero lo convencieron de que siga hasta fin de año.
«Me estoy retirando como yo no quería: sin jugar», agregó José Luis, que hasta puso en duda en esa entrevista con radio La Red su presencia entre los 23 que viajarán a Dubai en pocos días.
Ayer por la mañana, Alejandro Sabella, DT Pincha, elogió al delantero y dijo que casi seguro tenía un lugar en el avión, pero a media tarde el ahora ex jugador anunció que dejaba el fútbol.
Como no podía ser de otra forma, José Luis Calderón le marcó su último gol profesional a Boca, club al que tuvo siempre de hijo y le hizo goles con varias camisetas (Independiente, Estudiantes, América de México).
También quedarán en la memoria su fundamental gol para que Estudiantes vuelva a Primera en 1995, y su tripleta en el inolvidable 7 a 0 del Pincha a Gimnasia, en octubre de 2006, entre tantos más.
Muchas gracias Caldera. El fútbol ya te extraña.
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La verdad que es una pena y más aún, que no se retire jugando o por lo menos siendo más tenido en cuenta