Un escalón menos III
Sigo con el titulo a modo de cábala aunque en este caso me hubiese gustado titular: una fase menos.
Concluyó la primera etapa del Mundial en la cual terminamos con puntaje ideal y con una muy buena impresión sobre todas las cosas.
En pocas oportunidades, las distintas clases sociales se unen en un mismo lugar para observar un espectáculo pero el fútbol, como sabemos, todo lo puede.
Tuve la oportunidad de vivir el encuentro en la Plaza San Martín donde oficinistas, cadetes, vecinos del barrio de Retiro y algunos de la cercana Villa 31 se acercaron para seguir el encuentro en la pantalla gigante que instalaron y que albergó a una multitud, que vivió el encuentro de una manera única e incomparable, hasta el momento propia de los brasileros.
Desde muy temprano se podía observar el nerviosismo de la gente que trataba de hacer su trabajo lo mas rápido posible para llegar holgadamente a la hora del encuentro. Incluso, muchos comenzaron su día laboral una o dos horas antes con tal de no perderse ni un minuto.
En lo deportivo, a priori íbamos a enfrentar al rival más débil del grupo en base a lo que se había visto hasta el momento pero una serie de factores como cuidar las piernas, las tarjetas y la participación de “varios suplentes” hicieron que resultase más difícil de lo que se creía.
Párrafo aparte para dos jugadores. El primero, obviamente para mi enorme debilidad: Messi. A pesar de la cruda marca que entrego el conjunto griego (incluida la marca personal) supo hacerse un lugar en el partido y a pesar de no haber convertido fue otra vez una de las figuras del encuentro. Tranquilo Lío, tu Mundial empieza ahora y llegarán también los goles, los decisivos, los que más valen.
El segundo, también obvio, para Palermo. De los siete goles convertidos en la primera ronda, el de Martín fue sin dudas el que más se festejó. Para todos los argentinos, todavía falta un capítulo en su vida llena de leyendas y aunque nadie se anime a decirlo, todos sabemos cual será y vayan preparando las remeras con la leyenda “Perdón y Gracias Martín”.
Se viene México y para ellos la revancha del Mundial 2006. Tenemos material para estar confiados para este cruce y, si Dios quiere, para los que vendrán.
Un consejo para todos: vayan al cardiólogo antes del domingo…