Brasileño por un día
Cubrí el partido entre Brasil y Venezuela desde el medio de la torcida canarinha.
El video fue realizado por Sebastián Rodeiro. Debajo, el texto, que también se publicó en canchallena.com
«Ohhh, u campeao llegóoooooooo, u campeao llegóoooooooo, un campeao llegóooooooooooooo. Ohhh, u campeao llegóooooo, u campeao llegóooooo, un campeao llegóooooooooooooo.»
No hace falta que lo nombren. Para los torcedores, la palabra «campeón» es sinónimo de Brasil, del Scratch, de su selección. Y motivos no les faltan para apropiarse de ese concepto. Cinco Mundiales y 8 Copas América (cinco en los últimos 22 años y ganador de las últimas dos ediciones) los avalan.
Ante la comparación con Lionel Messi, el nuevo grito de guerra de los torcedores es «Neymar, Neymar». Se los nota muy ilusionados con la última gran estrella que sacó su inagotable cantera de cracks.
Siempre se caracterizaron por poblar los estadios del mundo de color y de alegría. Y anoche el frío ayudó a potenciar esa postura. Las bufandas, banderas y pelucas verdeamarelhas cumplían los dos roles: abrigar y pintar el estadio. Y para evitar el semicongelamiento de los pies, nada mejor que sambar al ritmo de trompetas, redoblantes y platillos. Igual, más de uno confesó que para contrarrestar el viento y las bajas temperaturas, «nada mejor que una cervezinha».
La fanática, con su rostro pintado, asegura que su Brasil será campeón, y que Neymar es más que Messi. Pero cuando el periodista le susurra que, en la comparación, el por ahora delantero de Santos, «aún no ha ganado nada», su rostro cambia por completo. Y grita aún más fuerte por su equipo. Y hasta pone en duda la calidad futbolística de Lionel.
El canto es constante, con frases cortas que se repiten hasta el hartazgo, pero que contagian, que invitan a sumarse en el canto y en el salto. Y todo lo hacen con una sonrisa, en grupo y muy organizados.
La polémica de siempre también tuvo su espacio. Cuando un perro ingresó al campo de juego, los torcedores no tardaron ni 5 segundos en comenzar a cantar «Maradona, Maradona». En el entretiempo, vino la venganza con el clásico: «Brasilero brasilero, que amargado se te ve. Maradona es más grande, es más grande que Pelé»
Así son los brasileños. Se los puede amar u odiar, sin términos medios. Pero tal vez el mejor resumen lo haya hecho en la entrada un uruguayo, con bandera y peluca verdeamarelha. «Te pueden gustar o no, pero son los mejores del mundo y cada partido de ellos es una fiesta, dentro y fuera de la cancha.»
Ahí estoy, en plena labor, rodeado de brasileños. (Foto de Seba Rodeiro)