Al ritmo de Messi, la Argentina tiene más de un pie en Brasil 2014
Fue un entrenamiento a puertas abiertas. Sin faltarle el respeto a Venezuela, el trabajo de la selección argentina en la clara goleada por 3 a 0 en el Monumental tuvo todos los condimentos característicos de una práctica.
Se insiste, no es la idea faltarle el respeto a la Vinotinto, sino dejar en claro que a pesar de su clara evolución, lo que ha construido hasta aquí Alejandro Sabella, con un Messi que maneja la batuta cual director de orquesta, es para preocupar a cualquier adversario.
Porque así como es cierto que la zona defensiva aún sigue evidenciando falencias, lo que pasa del mediocampo hacia adelante es totalmente fuera de serie. Incluso, dando ventajas con las ausencias obligadas de Angel Di María y Sergio Agüero (Lavezzi y Montillo no estuvieron a la altura de las circunstancias). Los de arriba, cuando encuentran espacios, te liquidan.
La Argentina no podía quebrar el esquema defensivo venezolano. Hasta que a los 28´ de la primera mitad, pim pam pum. La Pulga Messi dejó mano a mano a Higuaín con el arquero, y el Pipita no falló. Y si el 1 a 0 abrió el partido, el 2 a 0 (Lionel de penal, poco antes del entretiempo) terminó por sellar el destino del encuentro.
La segunda parte fue un verdadero monólogo, en donde los hinchas se divirtieron al ritmo del “Oooleee”, soñaron con una consagración olímpica en Brasil (“Que de la mano, de Lio Messi, todos la vuelta vamos a dar” y el clásico “Volveremos Volveremos, volveremos otra vez, volveremo´ a ser campeones, como en el ´86”), y hasta se mofaron del rival con el hiriente “Hay que saltar, hay que saltar, el que no salta, no va al Mundial”.
A diferencia de lo que ocurrió en el partido de ida en Puerto La Cruz, hace ya un año y medio, este encuentro pareció un trámite, y le permitió al conjunto albiceleste continuar como el cómodo líder de las Eliminatorias Sudamericanas. Y lo más importante: aún es un equipo que continúa creciendo. A poco más de un año del Mundial, todavía no llegó a su techo.
Ganó bien la Argentina. Con holgura y merecimiento. Y aunque a veces la defensa no ofrezca garantías, siempre da la sensación de que hará al menos un gol más que su rival.
Y de eso se trata el fútbol, ¿no?