Boca-River. Un superclásico decisivo donde habrá en juego mucho más que tres puntos
Como siempre, o quizás como nunca, Boca y River pondrán muchísimo en juego esta tarde, cuando desde las 17 y ante una Bombonera repleta le den forma a una nueva edición del Superclásico.
Sucede que cuando termine el domingo quedarán apenas seis fechas para que se baje el telón del campeonato, y el resultado de hoy puede ser determinante para ese último trayecto.
Boca es el único líder del torneo. En esa posición se despidió del Monumental en diciembre último, tras un claro 4 a 2 en el que brilló Carlos Tevez, y en el mismo lugar recibe a su rival de siempre, cinco meses después. De acuerdo al resultado de Newell’s ante Central (juegan dos horas antes), saldrá a la cancha con más o menos presión de su escolta.
A fuerza de una clara mejoría en su juego, y gracias a algunos tropiezos del puntero, River logró recortar puntos y acercarse a la cima. En la tabla aparece quinto, con 42 puntos y a siete del club de la Ribera. Pero aún debe un partido (vs. Atlético, en Tucumán), que ante la posibilidad de ganarlo, el 12 de junio, le permite imaginarse en un hipotético segundo lugar. Más claro: si los de Núñez ganan esta tarde y superan al Decano en el encuentro pendiente de la fecha 22, quedarán a apenas una unidad de la punta, y la temperatura de las últimas jornadas se elevará hasta las nubes.
“No somos favoritos”, declaró Marcelo Gallardo en la noche del miércoles, luego del empate 1-1 con Emelec que le permitió a River clasificarse a los octavos de final de la Copa Libertadores. Y aunque pareció trasladarle la presión a Boca, el DT millonario justificó aquella afirmación, y hasta lanzó una premisa sobre cuál puede ser la clave del superclásico: “Nunca le escapo al favoritismo, siempre hemos asumido ese rol como equipo grande que somos, pero estamos teniendo una serie de partidos con un funcionamiento que nos ha dado la posibilidad de ganar casi todo y Boca es el puntero del campeonato. La clave del partido estará en el funcionamiento de ambos equipos.”
El que recogió el guante fue Fernando Gago , quien ante una declaración previa muy similar del DT de River, consideró: “Es lógico que Gallardo diga que Boca es el candidato a ser campeón porque vamos primeros y todo depende de nosotros. Si no cometemos errores y seguimos sumando puntos, nos quedaremos con el título”. Y añadió: “Hicimos muy buenos partidos y por eso vamos primeros. De acá hasta el final tenemos que evitar cometer errores mínimos, que son los que te hacen perder.”
El “factor Gago” influirá en el resultado. Boca es otro equipo cuando su capitán cumple un rol destacado. El Nº 5 contagia su clase y mejora a quienes lo rodean. Gallardo lo sabe muy bien, y es por eso que seguramente Leonardo Ponzio se desdoblará para bloquear al hombre que maneja los hilos del equipo de la Ribera. Para romper los circuitos que el capitán xeneize fabrica con Pablo Pérez y con Bentancur en el medio campo, pero también los lazos con Centurión, y esos estiletazos en forma de pase entre líneas para Pavón y Benedetto. En ese otro duelo se definirá buena parte del partido.
Para Pintita será un partido especial. El superclásico lo linkea de forma irremediable a dos duros momentos que debió atravesar. Ante River, en septiembre de 2015 y en abril de 2016, se rompió dos veces el tendón de Aquíles izquierdo. La fuerza de voluntad para salir adelante en dos ocasiones de una lesión tan grave le aporta una confianza adicional. Sueña con romperla esta tarde y que la Bombonera le regale otra vez una ovación como la que recibió hace dos domingos, en la goleada ante Arsenal.
A Ricardo Centurión e Ignacio Fernández los une la incógnita de saber cómo están. Ambos se recuperaron de lesiones complejas (esguince de rodilla y desgarro en el isquiotibial de sus respectivas piernas izquierdas) y no llegan en plenitud física. Pero la importancia de ambos en el engranaje de ambos equipos los obliga a la titularidad, aún con el riesgo que no estar al 100 por ciento implica.
Existe una situación que une a Boca y a River. Ambos demostraron un poderío ofensivo claro (en 23 fechas el xeneize lleva 48 goles a favor y el millonario, 38), pero al mismo tiempo exhibieron demasiadas flaquezas y errores en la última línea, que repercutieron en el resultado y que a ambos les generó dejar puntos impensados en el camino.
De un lado, la dupla integrada por Cristian Pavón y Darío Benedetto , a los que se suma la gambeta endiablada de Centurión, son un peligro para cualquier defensa. Del otro lado sucede algo similar con Lucas Alario y Sebastián Driussi , apoyados en el cada vez más completo y decisivo Gonzalo “Pity” Martínez y el retorno de Nacho Fernández. Al margen de que como bien dijo Gallardo será clave el funcionamiento general de ambos.
Se produce otro hecho infrecuente: estarán, frente a frente, los dos goleadores del campeonato. Quien gane el duelo individual entre Benedetto y Driussi, los dos con 14 conquistas, le aportará a su equipo una buena porción de esa hipotética victoria.
Por sus declaraciones, Gallardo parece haber leído muchas veces el partido de hoy. Y no dudó en compartir sus pensamientos: “Va a ser bastante intenso.
Últimamente no han sido partidos cerrados. Boca y River son dos equipos que intentan pensar y tomar la iniciativa. A nosotros nos gusta dominar la pelota y a Boca también. De hecho, Boca suele hacerlo en su cancha con mayor decisión”.
Es muy probable que Gago tenga razón cuando declara que “es la clase de partidos donde la gente recuerda más si ganás o perdés que el funcionamiento del equipo. Por eso hay que ganar”. ¿Cuántas pelotas cabeceó Ramiro Funes Mori el 30 de marzo de 2014 en la Bombonera antes de elevarse y meter el agónico 2 a 1 de River en la Bombonera?. Lo mismo ocurre a la hora de rememorar cuántas pelotas tocó Hugo Romeo Guerra el 29 de septiembre de 1996, antes de meter el recordado nucazo que sentenció el 3 a 2 xeneize en la última bola.
“Es un partido aparte, especial, que te marca desde lo emocional. Si lo ganás, la cabeza te empieza a funcionar de otra manera. Por eso es importante sumar todo de acá hasta el final. El resultado, por supuesto, importa mucho en lo anímico”, reconoció el capitán xeneize el miércoles.
De eso se trata el encuentro de esta tarde para ambos: de lograr una victoria que además de los tres puntos, le dé al ganador el envión final para ilusionarse con consagrarse campeón, dentro de apenas seis fechas.