Dame Pelota cumple 10 años
Un 7 de marzo de 2006 decidí ingresar a la aventura de escribir en un blog. La insistencia de Lalo Zanoni dio resultado.»¿Qué es un blog?», me preguntaba y me preguntaron entonces. Era (es) un medio en donde uno puede ser su propio jefe y editor. Donde se plantea a sí mismo qué notas hacer, cómo llevarlas a cabo, hacerlas y destacarlas. Y con una enorme ventaja en comparación con los medios tradicionales: el constante ida y vuelta con los lectores.
Pasaron los años y acá estamos, celebrando juntos los primeros 10 años de vida de Dame Pelota. Me parece increíble, porque han pasado muchísimas cosas en esta década. Desde gratificaciones profesionales hasta hechos personales que me cambiaron para siempre, como ser padre.
«¿Cuánto te pagan por escribir en el blog? ¿Qué ganás?», me preguntaron más de una vez, esperando una respuesta que sólo esté enfocada en lo económico. Pero lo mío trascendía a lo monetario, y lo que me dio Dame Pelota superó mis expectativas.
Dame Pelota me dio un lugar donde despuntar el vicio de escribir y de hacer periodismo en una época en la que estaba alejado de los medios tradicionales. Además, se fue convirtiendo en un sitio de referencia dentro de los blogs deportivos de entonces. La constancia derivó en que en 2009 Daniel Arcucci y Gastón Roitberg me convocaran a sumarme al proyecto canchallena.com, en La Nación. Agradecidos a ambos de por vida por la oportunidad. Pero Dame Pelota siguió existiendo, aún cuando la mayoría de las propuestas las volcaba en canchallena. Y entonces llegaron más mimos. El más importante: la invitación que adidas me hizo para cubrir los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Fueron cinco días inolvidables en la capital de Inglaterra. Mirá si no me pagaron por hacer Dame Pelota…
También vale el agradecimiento para Inés, mi esposa, la que siempre me acompaña en los proyectos, con paciencia y con críticas constructivas.
Los días, los meses y los años siguen pasando, pero Dame Pelota sigue de pie. Reinventándose constantemente en medio de la vorágine que vive hoy el periodismo.
Les agradezco a los lectores de ayer, de hoy y de siempre por la compañía. Brindo por muchos años más de Dame Pelota.
Un abrazo,
Pablo