La apuesta de Boca
Con la designación de Carlos Bianchi como maganer general del fútbol del club, la Comisión Directiva de Boca Juniors ha decidido dar un paso que resulta arriesgado y, a la vez, lo convierte en un club pionero dentro del fútbol argentino.
Si bien en su momento tanto Diego Maradona (Almagro, año 2000) como Carlos Bilardo (Estudiantes, 2005) amagaron con convertirse en Manager, todo resultó una mera cuestión marketinera sin fundamentos.
El segundo retorno del Virrey a Boca genera más riesgos que seguridades. Es claro que Bianchi tiene más que perder a nivel deportivo que por ganar. De hecho, la gran mayoría de los hinchas del xeneize sueñan con otra Copa Libertadores, y con otro viaje a Oriente (el Mundial de Clubes se mudó a Emiratos Arabes Unidos). Pero justamente eso es lo que demuestra la seriedad y la hombría de bien que tiene Bianchi: aún quiere demostrar (y demostrarse) que si se trabaja bien, la mayoría de las veces se logran los objetivos.
Se desconoce a ciencia cierta si realmente este retorno a la actividad de Bianchi fue generado por el ninguneo de Grondona, a la hora de elegir al sucesor de Alfio Basile. Lo cierto es que su contratación (se habla de 1.700.000 dólares anuales por sus servicios) le da a Boca aún más prestigio, permite imaginar un ordenamiento a nivel vestuario, y hasta genera ilusión de volver a ver al mejor Juan Román Riquelme, quien siempre ha demostrado un enorme respeto y cariño por el Virrey.
Sus superpoderes le permiten a Bianchi tomar las decisiones importantes, y también le generan todas las responsabilidades, tanto en el éxito como en el fracaso. Y, a la vez, le da a Carlos Ischia una tranquilidad fabulosa de cara a los próximos compromisos.
Bienvenido una vez más Carlos Bianchi al fútbol argentino. Se lo extrañaba.