Maradona y el gataflorismo argentino

Por estos días, se escuchan voces de personas de cualquier ámbito, rasgándose las vestiduras sobre las desdichadas frases que lanzó Diego Maradona minutos después de que la Argentina lograra la clasificación a Sudáfrica 2010 en suelo uruguayo.

Más allá de las groserías, las cuales no se comparten desde este espacio, este tema da pie a un análisis que trasciende lo que dijo Maradona esa noche, y que está más enfocado a nuestro ser social.

Muchos colegas que se alarmaron con esas frases del DT, han basado su carrera profesional haciendo exactamente eso, ya sea con Diego como con otros futbolistas, entrenadores y/o dirigentes, alardeando ante sus colegas que Maradona les atiende el teléfono, jugando a ser los agentes de prensa de ciertos futbolistas, haciendo de choferes de las esposas de los futbolistas cuando estas van de shopping y otras bajezas más. Todas, a cambio de notas exclusivas.

La frase de Maradona, en este caso, blanqueó algo que algunos periodistas ya venían haciendo desde antes. Y que seguirán haciendo. Ahora más que nunca.

Ese rol de «amigote», genera confusión en el futbolista (y en este caso en Maradona), que considera que si se la dan de amigos, no pueden criticar. Entonces, cuando surge la crítica, con fundamentos, lo consideran una traición y «corto mano corto fierro», no son más tu amigo y «que la chupen».

Que el periodista sea amigo del protagonista es igual a que el policía se haga amigo de un ladrón. A la hora de ejercer la profesión con una pseudoobjetividad, el damnificado se sentirá descolocado, y no comprenderá la actitud de su, a partir de ese momento, ex amigo. Puede existir un respeto mutuo, pero debe quedar claro qué rol ocupa cada uno, para que luego no haya malentendidos.

Si bien no es justo no dar nombres, tampoco lo considero necesario. Cada uno sabe en qué lado de la vereda está, y cuáles son sus “armas” a la hora de lograr entrevistas. Los que no forman parte de “ese” periodismo, seguramente no se sentirán aludidos.

Pero así como muchos periodistas se alarman por las desafortunadas frases de Diego, esos mismos periodistas cuestionaban las conferencias de prensa señoriales y respetuosas que impartía Marcelo Bielsa cuando estaba al frente del seleccionado nacional, en donde algunas hasta consideraban «divertido» destacar las horas que había hablado, descartando la información acerca de si lo que decía era importante o no, en charlas donde la primera hora era «de circo», y luego se hablaba de fútbol, con aquellos que estaban realmente a la altura de las circunstancias, mientras los que carecían de conocimientos suficientes para el mano a mano dejaban el complejo de Ezeiza a pura risa, mientras el actual DT de Chile daba cátedra y hablaba hasta que no quedara ni una sola pregunta por responder.

Pero el tema va más allá.

Que un taxista / colectivero /automovilista particular cuestione la actitud de Diego, cuando se pasa 8 de sus 10 horas laborales recitando una catarata de insultos ante cada situación polémica del tránsito, entre ellas la barbaridad de que el de adelante tarde un segundo más en arrancar ante una luz verde, habla muy mal de nuestra sociedad.

Que las frases de Maradona sean, en apariencia, más graves que las barbaridades que se ven y se escuchan por TV a media mañana, al mediodía, a la hora de la cena y a la medianoche, tampoco resulta muy cuerdo.

Seguramente, el cuestionamiento pasa por el rol que ocupa Diego. En ese caso, es más patético que quien lo eligió para el cargo, Julio Grondona, avale esas declaraciones, mientras la FIFA analiza con sancionarlo económicamente (una multa “para la gilada”, que pagará Julio Grondona con dinero de… la FIFA).

Mientras la Argentina ya está en Sudáfrica 2010, Uruguay, con igual cantidad de títulos mundiales que el equipo albiceleste, jugará el repechaje con Costa Rica y no es tan grave. Francia deberá buscar su pasaje ante Irlanda, con un Doménech cada día más cuestionado y no es tan grave. Portugal, con Cristiano Ronaldo, jugará a suerte y verdad contra Bosnia y no es tan grave. Y Rusia deberá pasar a Eslovenia, si quiere estar presente en Johannesburgo, y no es tan grave, por poner sólo algunos ejemplos.

Dijo Victor Hugo sobre este asunto: “No está bien enojarse con el cartero porque te entrega un mensaje con malas noticias. Ahora, si el cartero, además de traerte la carta, te tira la puerta abajo y te escupe en la cara, es complicado no reaccionar. Muchos periodistas atacaron con dureza a Diego. Y este reaccionó de la peor manera, aún cuando tuviera razón.”

Recomiendo una columna escrita por Daniel Arcucci, titulada: El enemigo está, el equipo está por verse

Fuera del fútbol, resulta lamentable escuchar a un sector del periodismo y de la sociedad que opine que «prefería a Charly García drogado. Ahora está más gordo y es más aburrido«, desprestigiando todo el esfuerzo que hizo el músico por recuperarse.

Así de crueles somos…

Más escucho sobre este tema, más banco a Maradona
(Gracias Gonchi por la recomendación de este video):

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