Nuestro fútbol, ¿herido de muerte?
Por Martín Fernández
Con tantos años encima (72), en los cuales la pelota y el juego del fútbol estuvieron presentes desde mi infancia hasta el día de hoy (y lo estarán hasta el final de mis días), me atrevo a resumir por qué el fútbol está herido de muerte.
Es lo que veo en este presente. En líneas generales, hoy la mediocridad de los jugadores (por ende de los equipos), de los técnicos, (donde los que forman parte de una elite, aún vigente – léase Bianchi, Ramón Díaz o Merlo – están al borde de ser cuestionados (si ya no lo están, dudándose de su capacidad, para modificar esa mediocridad, y entonces también los alcanza), la dirigencia y el “circo” periodístico montado alrededor del fútbol ,incluyendo Fútbol para todos ( y esto último no tiene ningún tinte político), son a grandes rasgos los alcanzados por esa mediocridad que comentaba.
Por lo menos en lo que hoy se ve, la sangría que significó la salida de los mejores jugadores al exterior (cada vez más jóvenes) y buena parte en cifras millonarias, no generó en esos clubes, salvo excepciones, como contrapartida la inversión de esos ingresos en las divisiones inferiores que incluyeran la educación y formación de jóvenes futbolistas, preparados técnica y físicamente para el juego.
Cuesta creer que no aparezcan, como hace unos años, jugadores talentosos. Pero es lo que está pasando. Paralelamente, sí se fue creando un mercado de compras y ventas de jugadores donde los intermediarios, en connivencia con la dirigencia, hacen negocios que lejos están de solucionar el problema de la falta de jugadores distintos, que posibilitarían equipos distintos. Incluso en el modo de las contrataciones de técnicos (muchas millonarias y desmedidas), que a veces venía con un “combo”, que incluía la incorporación de jugadores sugeridos por él.
Todo un círculo vicioso, que en la mayoría de las instituciones, terminan en fracaso, con pérdidas cuantiosas, y que con el correr del tiempo tienen un final anunciado: Clubes endeudados, prácticamente.. Quebrados.
El desacierto, en la incorporación de algún jugador o técnico, es posible. Pasó y pasará. Pero, la indolencia y falta de transparencia en los manejos de un club, hacen que los desaciertos se conviertan en una constante y no hay reglamentación (y si existe, no se cumple), para impedir, que una institución, que tiene en su pasivo, deudas con técnicos o jugadores, que pasaron por el club en distintos años, (y que son prácticamente impagables), pueda seguir incorporando técnicos o jugadores.
Es una falta de respeto, de ética y de responsabilidad, conducir instituciones de esta forma y más en aquellas con pasados gloriosos en lo deportivo e institucional (Ej. Independiente y River) por nombrar a dos de los llamados “grandes”.
El periodismo deportivo, en líneas generales, se ha convertido en uno de los factores preponderantes del “consumismo futbolero”, en sus distintas versiones. Hoy son innumerables los medios (más los radiales y, especialmente, los televisivos) que se dedican a tener cada vez más adeptos y utilizan formatos (lícitos), ejemplo, los análisis anteriores a los partidos, los propios del partido y los posteriores, que se instalan, y se convierten en costumbre, en los oyentes y televidentes, consumirlos.
Aclaro que también existe la prensa escrita, que para mi gusto es más profesional. Se dedican a lo que les compete, y tienen muy pocas posibilidades de hacer, del relato o la crónica, un “show mediático”. La excepción más conocida es el diario “Olé”, que supo captar a los lectores con una mezcla de notas interesantes, donde prevalecen, la actualidad de los equipos. Encontraron la forma de vender su producto, hablando de fútbol y también de “chimentos” o novedades en el mundo del fútbol. Crearon la “Farándula futbolera”, que incluye también el fútbol en otros países, principalmente el fútbol de los “Cuatro( países) Fantásticos”: Alemania, Inglaterra, España e Italia. Hay que reconocerle un esfuerzo enorme para permanentemente estar actualizados.
Pero volviendo a los elencos radiales y televisivos, casi todos sus componentes se convierten en “famosos” y opinan, juzgan y creen que lo saben todo. Algunos, que seguramente no jugaron al fútbol y es muy importante haberlo hecho (por lo general, jóvenes y por ende sin experiencia), hablan de “tres dedos”, “comba”, “chanfle”, “carrileros”, “por fuera o por dentro” y hacen comentarios, principalmente en los partidos televisados que demuestran la falta de profesionalismo y de prudencia.
Si no pueden a veces “acertar” con el jugador que hizo el gol, en una jugada con todos los jugadores, esperando en el área un tiro libre o un corner, vaya y pase, pero que con total impunidad opinen sobre tácticas ,jugadores, cambios, jueces, lesiones, etc., etc., es de una irreverencia y liviandad total.
Desde ya, que para ejercer su profesión, es necesario que conozcan la teoría en el juego del fútbol, los fundamentos, las reglas, etc., etc. Pero se meten además con cosas especificas del juego, como por ejemplo pontificar sobre si es conveniente jugar con línea de tres o línea de cuatro, y que el rival entonces… y sigue el comentario (por no decir “sanata”), como si el partido fuese de ajedrez.(dos pensantes ante un tablero). Y para estos casos, la única posibilidad, la tienen ellos. Ser prudentes con los comentarios, ¿difícil, no?.
El fútbol, es dinámico, cambiante, impensado y muchas veces, depende de los “humores de los jugadores”, de estados anímicos, (dentro y fuera del campo), de preparación mental y física, y obviamente del rival .Con un agregado reciente. La prohibición de que la “hinchada visitante genuina” pueda concurrir a los partidos y acompañar a su equipo para alentarlo, porque una banda de indeseables y delincuentes que dicen ser hinchas, ( Los mal llamados “barrabravas”,), roban, golpean y a veces matan, y como no se los puede erradicar, entonces un equipo va a jugar de visitante y juegan 11 contra 11, pero en la realidad el visitante juega contra 5000, 10.000 o la cantidad que haya de “hinchas” locales. Es muy triste. Y debe ser muy triste para los jugadores., incluidos los locales.
¿Cuándo volverá el “Futbol para todos”, pero en las canchas?. Habrá que resolver muchos problemas. Quizás, yo no lo vea. Apuesto a que sí, porque quiero al fútbol y porque viví muchas experiencias con el fútbol. Estuve en partidos importantes, de canchas llenas, de rivalidades tan antiguas como el fútbol mismo, de regresos tristes por haber perdido mi equipo o de interminables alegrías, por haber ganado un clásico, un campeonato, una libertadores. Hoy, estamos en las antípodas y se llega al absurdo total.
El último fin de semana se jugarondos partidos (Quilmes-Boca y Gimnasia LP – San Lorenzo -foto-) a puertas cerradas, como castigo a los locales, por desmanes de “los barras” en encuentros anteriores.
Todos los hinchas genuinos de los clubes, de los cuatro equipos, castigados, por culpa de una minoría, que es imposible controlar. Eso sí, tenemos “Fútbol para todos” en la “tele”. Ya nos acostumbramos a verlo igual, haya o no gente en los estadios. Todos los partidos, en todos los canales de aire, a cualquier hora. ¿Es una “droga sana”?. No sé, pero, la consumimos, quizás en demasía.
Volviendo a los dos partidos sin público. Seguramente, no va a haber desmanes. No va a haber insultos a los jugadores. No va a haber “ruido”. Ningún ruido. Ninguna voz apoyando o reprobando jugadas. Solo los dos equipos, jugando. Los únicos ruidos que se podrán escuchar por la Tele, son los que se refieran al juego. Un pelotazo, un grito de algún jugador, quizás hasta el jadear durante el juego, o algo que originen los propios jugadores, faltas violentas, amonestaciones o alguna expulsión. Eso lo vamos a ver también. Pero estarán ausentes, los cantos en las tribunas, apoyando a sus equipos. El placer y la adrenalina que le produce al jugador y al espectador ese espectáculo.
Un “silencio sepulcral” lo reemplazará. Es otro fútbol. Tristísimo.