Argentina no luce, pero sigue adelante en Brasil 2014
A los equipos que de antemano eran considerados favoritos les está costando ganar. Argentina, faltando apenas dos minutos para terminar el alargue contra Suiza, llegó al gol con Di María, evitó ir a los penales y pasó a cuartos de final, donde se las verá el sábado con Bélgica.
Otra vez la ansiedad y el suspenso. No llegaba el gol. Pero con MESSI, TODO ES POSIBLE. Y fue posible porque él arrastró a tres jugadores suizos que no lo pudieron parar y, entrando al área, (cuando todos esperábamos que tirara al arco) lo vio a Di María solo a la derecha y le dijo ,“hacelo”, que hoy fuiste el mejor. Di María la acomodó para la zurda y la “colocó”, abajo en el segundo palo.
Terminó el partido con la consabida alegría y euforia de todos. Otro final, no apto para cardíacos. Pero el fútbol, tiene ese… Que se yo viste.. Que hace que toda la gente esté pendiente, porque juega la selección.
Hablando de juego, en los primeros veinte minutos del partido ya se veía que íbamos a tener una tarde complicada. Los suizos corrieron mucho y bien y controlaron, no el juego, sino, a nuestros principales jugadores, empezando por marcar bien a Messi, sin pegarle, pero siempre con uno dos o tres encima.
Nosotros merodeábamos el área, sin concretar, y ellos en dos jugadas muy buenas, si no era por Romero y la falta de buena definición de los delanteros, hubiéramos tenido que remontar un resultado adverso.
Salimos más decididos en el segundo tiempo y tuvimos más opciones. Di María por derecha, Lavezzi, ya instalado en la izquierda e Higuaín (que no jugó bien) por el medio, creaban algún riesgo. A la defensa ya le iba sobrando algún jugador atrás para controlar algún contraataque. Salió Rojo (lesionado y fundido), que había dejado todo en la cancha, y entró Basanta, solo para estar en la izquierda “por si acaso”. Eso demuestra lo temeroso del planteo de Sabella.
Si en algún momento la suerte no nos acompaña nos acordaremos más de él. Y si lo acompaña, que es lo que todos deseamos, festejaremos. Los triunfos, tapan casi todo. En las derrotas, por el contrario, lo primero que aparece es el ¿por qué?
No tenemos un gran equipo. Tenemos solo un buen equipo, que le cuesta jugar bien, pero que tiene a tres jugadores fundamentales. Messi, Mascherano y Di María, y estando estos tres bien, los demás se sienten más seguros, se esfuerzan (como lo hicieron) y aportan lo que pueden…´
Al final los suizos fueron todos al ataque, incluido el arquero y tuvieron la oportunidad del partido. Córner alto al área chica, Romero se quedó “clavado” en los tres palos y uno de ellos juega para él. La pelota cabeceada por Seferovic, dio en el palo y a la vez en otro jugador suizo y se fue afuera.
Llegan los partidos finales y solo hay tres equipos que no jugaron “alargues”. Francia, Holanda y Colombia. Este último pareció el mejor, pero le toca Brasil. A los demás, incluida Alemania, les costó bastante ganar los partidos.
Así que… “a cruzar los dedos”. Está para cualquiera.
Y para nosotros, a pesar de todo, también.