Asics Golden Run 2025: mis mejores 10k en el siglo
«Tiempo: cinco minutos y 22 segundos. Distancia, un kilómetro. Ritmo medio de carrera: cinco minutos y 22 segundos».
Apenas había pasado un kilómetro de los 10K de la Asics Golden Run 2025. La voz de la española de la APP que uso para registrar mis carreras y mis tiempos no podía equivocarse. Su precisión quirúrgica arrojó un dato que me sorprendió y me alentó.
Es verdad: largué tan cerca de la línea de largada que no tener tanta gente adelante me permitió salir rápido, potenciado por el ritmo de los que corren de verdad y viven de correr: los atletas de elite, y los que son rápidos en serio y salieron como flechas.
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Pero el desafío posterior era mucho más importante, porque debía sostener ese ritmo inicial tan intenso. Ahí es donde empecé a valorar todo el camino que vengo realizando desde que en septiembre pasado me propuse buscar mi mejor versión física, mental y emocional.
Y entonces, sucedió la magia: en cada kilómetro no solo sostuve el ritmo, sino que por momentos lo mejoré. De hecho, en el kilómetro 4 hice mi mejor tiempo en lo que va del siglo: corrí un kilómetro en 5 minutos y 3 segundos. ¡Una locura total!

Pero hay más: porque más allá del esfuerzo lógico, también disfruté cada paso. Como hacía mucho que no lo disfrutaba.
Nada de este presente sería posible si mi kinesióloga Rochi Páez no me hubiera curado ese dolor crónico en el tendón peróneo en «Kinesio».
Al mismo tiempo, fue fundamental volver a BAST donde principalmente Nahuel, Fermín y Angie, pero todos en general me motivan a ir cada día para ganar masa muscular, al fin y al cabo la clave para correr más fuerte, más entero y más preparado para disfrutar.
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Por último, un capo que me conoce desde hace mil años: Fernando Zanfagnin , mi profe de running. Su constancia, su profesionalismo, su planificación y su buena onda es fundamental para ir con ganas cada sábado a su clase. Y sin dudas mis compañeros de Ciudad Running lo hacen todo más ameno y divertido.
Fue una carrera más, pero no fue una carrera más. Fueron mis mejores #10k en lo que va del siglo. Nada más y nada menos que eso.
«Ese brillo en los ojos vale el cansancio«, me dijeron ayer. Vaya si es verdad.