Atlético 1 – Barcelona 0: los 300 de Leónidas y los 11 del “Cholo” Simeone
Por Martín Fernández
El título hace referencia, obviamente a la película 300 y la epopeya de Leónidas y sus trescientos guerreros espartanos, y a Simeone con sus once guerreros del Atlético de Madrid.
Si bien son dos hechos incomparables, tienen algo muy importante en común: defender “a muerte” el objetivo fijado. Y en el caso del Atlético, con convicción, con jugadores aguerridos, ordenados y con una mezcla de destreza y fortaleza física, el equipo ganó.
En los partidos de fútbol, siempre el gol es determinante y ayer lo fue. El Barcelona perdiendo, no es el Barcelona ganando. Y el adversario que le tocó, iba ganando, siguió ganando y terminó ganando.
Tuvo el «Barsa» algunas oportunidades de convertir, pero no las concretó. Si lo hubiera hecho, seguro que hubiéramos visto otro partido. Los jugadores se potencian, el contrario tiene que “salir” (si quiere ganar) y entonces el juego cambia. Ayer, el toque, la rotación, el juntarse, de Barcelona no funcionó. Se encontró con “dos paredes” de líneas de cuatro, bien atentas y ordenadas.
La impronta de Messi no apareció. Parecía un debutante, que duda dónde debe ponerse y cómo se saca a un jugador de encima. Y algo parecido le pasó a sus compañeros de ataque. Insisto, el gol fue determinante y lo hizo el Atlético. No solo no dio resultado el juego desplegado por Barcelona en el segundo tiempo, e incluso de contragolpe el “Cebolla” Rodriguez, con su velocidad y fortaleza, pudo convertir el segundo tanto y ahí sí, liquidaba el partido.
A Barcelona ( además de sus propias falencias), le faltó la agresividad que mostraron en la cancha, los “ 300” (once en realidad) del Atlético de Madrid.
No es el fútbol que queremos, pero es el que vimos.