Boca 4 – Arsenal 2: el árbol (Riquelme) es cada vez más grande
Por Martín Fernández
Con una buena actuación de Boca y una muy destacada de Juan Román Riquelme, se mantiene cada vez más instalada la pregunta: ¿sigue Riquelme? Es obvio que los hinchas lo quieren, lo entienden y lo respetan, y él está haciendo todo lo posible para que esto suceda.
En la efectividad y contundencia de Boca estuvo la clave del partido. Y eso hacía rato que no sucedía. Esa suerte que Carlos Bianchi y Román reclamaban y que no habían tenido en partidos anteriores apareció (un gol al minuto de empezar), y le empezó a dar tranquilidad y orden. Arsenal apareció en algunos momentos del juego, como para hacerle más “partido”, de lo que al final resultó.
La hinchada se merecía una alegría como esta y la disfrutó. Quedan tres partidos para, como dijo Riquelme, Boca siga sumando. Y después, ¿qué? El no quiere hablar del después, solo quiere «hablar de fútbol». Pero inexorablemente él estará involucrado en ese futuro mediato.
Es un menudo problema para la dirigencia, y no así para el técnico, que confía ciegamente en él pero no en quienes tienen que rodearlo, y hasta ahora dio muestras de que “saca y pone” a ver si acierta. La lesión de Gago es un ejemplo. Por ser Gago, nunca lo había reemplazado y ayer nadie se acordó de él, porque entre otras cosas encontró en Colazo un colaborador eficiente para el mediocampo.
Los cuatro de atrás se repiten y eso ayuda a entenderse. No así, los de de adelante. Uno porque es la sombra de lo que fue (el “Burrito” Martinez) y el otro porque en su soledad puede hacer muy poco . Eso sí, tiene espaldas para aguantar a los defensores y paciencia para que cuando le llegue la pelota, haga lo que tiene que hacer: goles. Algunos los hace y no es poca cosa para este Boca.
Una “golondrina”, no hace verano, pero calma los ánimos y alienta la esperanza que “todo” se encaminará.
Y si es por la gente.. será con Riquelme.