Boca y el vicio de sumar tarjetas rojas
Publicada en el diario La Nación y en canchallena.com
«Tenemos que crecer de una vez por todas. No nos podemos quedar con 9 hombres. En un partido como el de hoy hay que terminar con los 11. Hay que luchar con los 11…»
La declaración de Carlos Tevez apenas se consumó anteanoche el 1-3 ante Racing en Avellaneda retumbó fuerte en el vestuario xeneize. El enojo del ídolo del club de la Ribera se enfocó en las expulsiones de Daniel Díaz (roja directa por una mano en el área, ante una situación manifiesta de gol para los locales) y de Cristian Erbes (doble amarilla), pero bien le cabe a todo este plantel conducido por Rodolfo Arruabarrena, que parece habituado a coleccionar tarjetas.
Hasta aquí, y después de 28 fechas, el líder del torneo suma 10 expulsiones, a razón de una roja cada tres partidos y seis de ellas de manera directa. En este rubro, sólo es superado por Unión (11). También, las 72 amonestaciones recibidas a lo largo del campeonato condicionaron al entrenador en más de una ocasión, a la hora de armar cada equipo en base a las suspensiones de turno. Además, frente a los de Avellaneda fue la segunda ocasión en la que Boca se quedó con 9 hombres. La otra fue el 26 de julio, ante Belgrano, en Córdoba.
Agustín Orion fue el que más veces vio la roja. Fueron tres, después de 14 años en Primera sin expulsiones. El arquero se marchó al vestuario antes de tiempo frente a Temperley, en la 2da fecha, tras una innecesaria agresión a Juan Dinenno. Apenas cuatro jornadas después, en San Juan, fue echado otra vez, luego de una violenta falta en perjuicio de Carlos Bueno, que se fue fracturado. En la 19na fecha, contra Unión y después de otro fuerte choque que derivó en penal (esta vez, ante Lucas Gamba), Orion volvió a recibir una roja.
«Si no fuera tan temperamental, capaz que Pérez no sería tan buen jugador. Pablo es así», reconoció Arruabarrena en la última charla que tuvo con LA NACION. Sin embargo, la justificación terminó jugándole en contra al DT. Porque el volante, por momentos una pieza clave en el equipo, fue el que más amonestaciones recibió hasta aquí (7), que se suman a dos expulsiones: la primera contra Aldosivi (0-3 en la 13ra fecha) y la otra frente a Belgrano (1-0 en Córdoba, por la 18va jornada). Entre suspensiones y alguna molestia física, se perdió 12 partidos de la campaña.
Con una expulsión aparecen Fernando Gago (roja directa ante Vélez, en Liniers, por la 14ta jornada), Jonathan Calleri (codazo a un rival, ante Gimnasia en La Plata, en la fecha 22°) y Gino Peruzzi (doble amarilla contra Belgrano, en Córdoba), más las dos sufridas en Avellaneda.
Da la sensación de que cuando Boca más tranquilidad debe exhibir, sus jugadores más impaciencia muestran. Y aquí tampoco se salva el propio Tevez, que hace un mes, en la Paternal, no logró abstraerse del juego caliente que se generó ante Argentinos y terminó fracturando al volante local Ezequiel Ham. Que el choque haya sido sin intención, como declaró el Apache, y que el 10 xeneize no se haya sumado al listado de expulsados que tiene este plantel porque el árbitro Luis Alvarez no lo sancionó, son detalles que no modifican la situación. De hecho, el delantero es uno de los futbolistas que jugarán ante Tigre al límite de amonestaciones (4), y con una más se perderá el duelo frente a Central, en Rosario. Los otros que acumulan cuatro amarillas son Agustín Orion, Daniel Díaz (suspendido), Fernando Gago (lesionado) y Luciano Monzón (hoy, fuera del equipo).
¿Cuáles son las razones de esta aparente volatilidad de los jugadores del club de la Ribera? Según el propio Arruabarrena, la presión de no haber ganado nada desde la Copa Argentina 2012 juega su rol en esta recta final, donde aparece «el miedo a ganar y a perder», que en algún momento confesó el Vasco.
En el recorrido del año también surge una situación bisagra. Hasta antes de la traumática eliminación ante River, en los octavos de final de la Copa Libertadores, Boca había sufrido apenas dos expulsiones (ambas de Orion, contra Temperley y San Martín, de San Juan) en 12 fechas. Todas las demás ocurrieron después del acontecimiento del gas pimienta en la Bombonera. De hecho, sus jugadores tampoco habían visto la roja en la fase de grupos del torneo continental.
«Comparto con Carlos [Tevez] que tenemos que crecer, pero aún dependemos de nosotros y vamos a salir adelante», declaró Arruabarrena, rodeado de micrófonos, en una atestada zona mixta tras el partido con Racing. A un costado, el presidente Daniel Angelici permanecía en silencio, con un evidente gesto de preocupación.
Boca está a un paso de coronarse en el torneo de primera división ante Tigre, en la Bombonera, el domingo 1° de noviembre. Parece un escenario accesible, siempre y cuando la autoflagelación no lo nuble..