Rojos de envidia
Cuando la carencia de alegrías propias se torna insoportable.
Cuando la colección de fracasos, por culpa de las malas gestiones de los dirigentes.
Cuando el éxito ajeno no genera ganas de copiar y mejorar, sino que se manifiesta en la peor expresión de envidia.
Cuando en lugar de mirar hacia adentro para construir se mira hacia afuera para destruir.
Cuando el supuesto valor está acompañado de una cobarde arma de fuego.
Cuando todo eso sucede, es porque algo está muy mal en la sociedad.
Esta madrugada, siete cobardes delincuentes ingresaron al nuevo estadio de Independiente, y arrojaron pintura celeste y blanca (casualmente, los colores de Racing) sobre un sector de las renovadas plateas y tribunas, en un acto repudiable, triste, lamentable, patético y bochornoso.
Así amaneció hoy el estadio nuevo del Rojo (imagen: canchallena.com)
es lamentable que pasen estas cosas. es no poder difrutar de alegría propia sino que es necesario ver la desgracia ajena, la del rival visto como un enemigo. la nueva cancha de independiente es una buena noticia para el fútbol argentino, que tiene tantos estadios de más de 50 años, cuando el espectáculo futbolístico era muy distinto a lo que es ahora. el nuevo escenario parece un estadio europeo