Se corrió la tercera edición de los 10K ACE, a beneficio de Unicef
Las sensaciones son encontradas. Por un lado, me sentí pleno, cómodo, liviano y con muchísimo aire. Por el otro, fastidiado porque otra vez una molestia en el gemelo derecho me impidió terminar la carrera como hubiera querido.
El isquiotibial se me puso com una roca en el kilómetro 4. Y así seguí hasta el km 8. No quería hacer los últimos 2k caminando y tirar a la basura el buen promedio que venía marcando.
Por eso, cuando el reloj marcó que hice 8k en 45 minutos dije basta. Ahí se terminó mi carrera. La progresión invita a pensar que si no era por el gemelo, podría haber clavado los 10k en 56 minutos. Hubiera sido sensacional.
Como siempre, gracias totales a la gente de ACE por la organización perfecta, y a mi mujer y mis hijos por el aguante en esta pasión. Por ellos y para ellos, sumo una medalla más a la colección.