Se murió Diego Maradona: el último superhéroe
Se murió Maradona. Su ajetreado corazón decidió descansar. Después de una vida habituada a los excesos, y luego de gambetear varias veces este destino inevitable. En épocas donde las personalidades fallecen primero de manera virtual en las redes sociales y luego en la realidad, la noticia la confirmó su abogado, Matías Morla.
Se murió Maradona. Pelusa. Dieguito. El 10. El hijo de Doña Tota y Don Diego. El marido de la Claudia. El papá de Dalma y Gianinna. El Diego. Diegote. Dios. Capaz de elevar hasta la estratósfera su condición de ídolo con una pelota en los pies, como enterrar (y enterrarse) hasta el centro de la Tierra cual almeja, con el lapidario poder de su lengua. “Maestro inspirador de los sueños”, como lo reconocieron hace 20 años en Inglaterra (nada menos) y único futbolista con Iglesia y devotos propios, pese a haber insultado alguna vez al Papa Juan Pablo II.
Se murió Maradona. El pibe de oro. El campeón juvenil en el 79. El del tapado de zorro blanco. El de la mano de Dios. El del gol a los ingleses. El campeón del mundo en el 86. El de las lágrimas del 90. El del doping en Nápoles. El del gol a Grecia. El del doping contra Nigeria. El de las piernas cortadas. El del mechón amarillo “en repudio a todo”. El del doping contra Argentinos. El de “la pelota no se mancha”. El de las mil caras. El de las mil frases. El argentino. El napolitano. El cubano. El gordo. El flaco. El morocho. El rubio. El futbolista. El que hizo de su apellido un adjetivo calificativo. El DT. El alfonsinista. El bilardista. El menemista. El kirchnerista. El grondonista. El cristinista. El de «¿Argentina? ¡Maradona!»
Se murió Maradona. El que sigue haciendo jueguitos en blanco y negro en los potreros de Fiorito, el que sueña con jugar en el Mundial y salir campeón, el que revoluciona Boca en 1981, el que todavía cae aparatosamente en YouTube tras la patada artera del vasco Andoni Goikoetxea en 1983. El que se le ríe en la cara a Shilton mientras mira de reojo al árbitro tunecino que convalida el ilegal 1 a 0 ante Inglaterra. El que se abraza con emoción a otro vasco y a otro Goycochea tras la épica victoria por penales contra Italia en 1990 en Nápoles, que lo ama pero que esa noche le pide perdón porque Italia es su país y no pueden alentarlo. El que juega al slalom contra los brasileños en ese mismo Mundial, para luego cederle el gol a Caniggia y que la fiesta sea argentina. El que les pidió gentilmente, y a los tiros, a los periodistas que lo dejen tranquilo en su quinta de Moreno. El que se propuso jugar el Mundial 94 y se entrenó solo en el medio de la nada. El que bajó mil kilos con una dieta china y, más tarde, junto al polémico Ben Johnson. El que canta en el medio de la noche de Ezeiza con Calamaro y Fito Páez. El que alguna vez vivió en “Habana y Segurola séptimo piso”. El que con una camiseta número 10 y una pelota blanca le permitió soñar con un futuro mejor a todo el sur de Italia. El que amó y odió a Coppola y a Riquelme. El que odió y amó a Menotti. El que amó y odió a Pelé (que “debutó con un pibe”), y más tarde lo volvió a amar. Y a odiar.
Se murió Maradona. El que marcó 358 goles en 704 partidos oficiales. El que fue campeón del Metro 81 con Boca. El que alzó la Copa del Rey, la Copa de la Liga y la Supercopa de España con Barcelona en 1983. El que le condujo a Napoli a sus primeros dos, y hasta ahora únicos, Scudettos en 1987 y 1990, una Copa y una Supercopa de Italia. El que le abrió las fronteras al equipo celeste y lo consagró en Europa, con la Copa UEFA de 1989. El que hizo feliz con sus pinceladas a los fanáticos de Sevilla y de Newell´s. El que fracasó como DT en Mandiyú y Racing, y a pesar de eso fue entrenador de la selección argentina en Sudáfrica 2010. El del 6 a 1 con Bolivia. El de («con el perdón de las damas») “La tenés adentro”. El que pidió no comerse “el chamuyo de Alemania”, pero se comió un 0-4.
Se murió Maradona. El que además de Dalma y Gianinna tuvo a al menos tres hijos más (Diego Armando Jr., Jana y Diego Fernando). El que después de separarse de Claudia no volvió a tener una relación sentimental seria. El que estuva a punto de casarse con una mujer a la que meses antes le emitió una orden de captura ante Interpol por un supuesto robo. El que le hizo juicio a su ex esposa por irregularidades en el manejo de su dinero.
Se murió Maradona. Y son esos momentos que marcan un antes y un después en la vida de cada persona. Porque de ahora en adelante, todos recordarán qué estaban haciendo cuando recibieron esta noticia.
En un 2020 que ya era tristemente inolvidable por la pandemia de Coronavirus, Diego también se sube al número de las noticias más tristes del año.
Se murió Maradona. El mito humano. La leyenda viviente. El superhéroe. Que en paz descanses. Y gracias por hacernos tan feliz con solo una pelota.