De taquito a Octavos

Y una noche, River decidió volver a ser River.

Luego de meses sin hacer más de tres goles, el Millo se destapó con un notable 5 a 0 ante el flojito equipo de la Universidad de San Martín (que increíblemente lo había vencido 2 a 0 en Perú).

El conjunto argentino fue ampliamente superior a su rival, y más allá de las limitaciones del derrotado, lo cierto es que River desplegó un juego y una contundencia en la red que hacía rato que no se veía por el barrio de Núñez.

La otra buena noticia es que se destapó Sebastián Abreu, quien luego de un opaco desempeño desde su llegada al Millo, demostró que es un gran goleador y clavó 3, y se llevó su primera (y merecida) ovación.

El toque diferente de la noche lo dio Radamel Falcao García, autor de un golazo de taquito (el 2-0).

Ahora comienza la verdadera copa Libertadores, donde cualquier cosa puede pasar, los goles de visitante son importantísimos, y una desatención te deja afuera, a pesar de que eso sea una injusticia. Y por eso, si bien él declara que lo hace porque se siente seguro de sí mismo, estaría bueno para la salud cardíaca de los hinchas riverplatenses, y de su DT, que Juan Pablo Carrizo arriesgara menos con los pies. Anoche, una vez más salió del área innecesariamente y eso casi genera un gol en contra que, como consecuencia de las limitaciones del rival, no ocurrió, pero que pueden costar una eliminación copera en las próximas rondas.

Salud viejo River de fútbol y goles por volver. Y que sigas por esta senda.

En el otro partido que cerró el Grupo 5, Universidad Católica se quedó en la puerta de la clasificación a Octavos de final, ya que venció a América de México 2 a 0 de local, pero le faltó un gol más para superarlo en la diferencia de gol. A igual puntaje (9) e igual diferencia de gol (0), los mexicanos se clasificaron por tener más goles a favor (10 a 6). Otra vez será Católica…

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