Visita al Olympic Park de Londres 2012
Por Pablo Lisotto
Enviado especial
Un predio enorme. Continuas atracciones en distintos rincones del lugar. Sectores para comer en donde se te antoje y estratégicas tiendas para comprar recuerdos.
Podría ser Disneyworld, pero no. Lo que se describe arriba es nada más y nada menos que el parque olímpico de Londres 2012, un lugar que Dame Pelota tuvo oportunidad de conocer hace unos días.
Stratford era un zona de fábricas, prácticamenta abandonada. Allí, una perfecta organización económica, arquitectónica y ecológica permitió que un reducto olvidado se convierta en un nuevo y moderno barrio, donde después de los Juegos Paralímpicos, vivirán miles de familias. ¿Sabés cuánto material demolido se recicló en Stratford? Nada menos que el 97 por ciento.
Cuando llegás, lo primero que te impacta es el estadio olímpico y el Orbit, el nuevo símbolo de Londres. Pero después mirás para un lado y tenés la Villa Olímpica, para el otro está el Velódromo, que es un canto a la perfección arquitectónica. El reducto donde se jugó gran parte del torneo de básquetbol sorprende por su blancura exterior, y los rugidos del público, un poco más allá, garantizan que en uno de los sectores más alejados del predio se está jugando hockey.
Todo es perfecto. La organización, la seguridad, la pulcritud, la orientación y el respeto. Nadie transgrede las reglas. No hay papeles en el piso ni personas que caminan por sectores que no debe.
En el parque olímpico las familias pueden ir a ver deportes en vivo, tirarse en el medio del pasto y disfrutar de los deportes a través de pantallas gigantes «doble faz», o bien sólo caminar de acá para allá en busca de pines oficiales o alguna foto con algún atleta desprevenido que salió de la Villa para relajarse.
Conmueve ver el Aquatics Center, a metros del estadio olímpico. Allí, Michael Phelps se convirtió en el deportista que más medallas olímpicas cosechó en toda la historia:
Más allá de que en los estadios se vivieron los Juegos, en el Olympic Park se respiró olimpismo. De la mañana a la noche, y del primer al último día.