De primera

El día que los socios del Club Ciudad recuperaron sus canchitas de fútbol

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Histórico: tres niños juegan con libertad en las canchitas de 9 de Muni, 24 años después

Tres niños de unos 3 o 4 años se revuelcan en una de las canchas de fútbol 9 del Club Ciudad de Buenos Aires, bajo un sol que desafía al habitual clima de mayo. En la otra, la primera de Rugby entra en calor antes de un partido clave por el torneo. Poco antes, el histórico grupo de fútbol recreativo jugó un 10 contra 10 al aire libre. Ninguna de esas imágenes se pudieron ver en los últimos ¡24 años!.

Cuando dentro de poco comience a escribirse un necesario libro en el cual se resuman los casi cien años de Muni, sin duda alguna uno de los capítulos de ese texto tendrá que ver con lo que sucedió el miércoles 6 de mayo de 2015.

Ocurre que en esa jornada, y después de casi un cuarto de siglo, el viejo y querido Muni recuperó por completo su potestad sobre las zona de las canchas de fútbol y el boliche conocido como Follia,

Los socios que formamos parte del acto de celebración de esta recuperación histórica vivimos este sábado 9 momentos de inmensa emoción, mientras Alberto Keitelman, secretario general del Club, detallaba lo difícil que fue luchar contra la corrupción, la hipocresía, los tiempos (y vericuetos) judiciales, los negociados y los viejos directivos que tanto daño le hicieron a la institución.

Fueron ¡24 años! Se insiste con la cifra y con los signos de exclamación porque parece mentira que haya pasado casi un cuarto de siglo desde la expropiación ilegal, que en lugar de beneficiar al club lo perjudicó y le impidió la posibilidad de tener ingresos genuinos.

No entraré aquí en detalles acerca de cómo los socios perdimos esas tierras en 1991, sino que intentaré describir con palabras la profunda alegría que vivimos.

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Todo un símbolo: la puerta de las canchas, otra vez abierta para los socios de Muni

Por decisión propia jamás le pagué la cancha a la concesión. Ni siquiera cuando, de manera arbitraria, a mediados de 2013 (es decir un año y medio antes del final del «convenio») le puso candado a la puerta que nos permitía como socios hacer uso de esas instalaciones en un horario estipulado por contrato. Por esa misma razón nunca en la vida pisé el boliche Follia, que jamás contó con la habilitación pertinente debido a que no podía funcionar como tal, ya que su construcción y su explotación comercial fue y es ilegal. Para ser más directos: Follia era exactamente lo mismo que Cromañón, con la diferencia de que gracias a Dios allí no hubo tragedia.

Los ojos rojos, los aplausos y la emoción contenida fueron moneda corriente mientras Keitelman hablaba, y más aún cuando se sumó a la reunión Eduardo Arroyo, un incansable luchador en esta y otras causas, todas en pos de que los socios de Muni vuelvan a tener el derecho a utilizar TODAS las instalaciones de SU club.

Este mismo lunes 11 comenzó a trabajar la nueva administración de las canchitas. Y seguramente volverán los torneos de fútbol interno para socios. Y las escuelitas de Hockey y Fútbol ya no deambularán por los playones de cemento y el solarium, sino que recuperarán el lugar que jamás deberían haber perdido.

Con el desalojo consumado, los amigables concesionarios decidieron dejarle al club un par de regalitos, en agradecimiento a la millonaria ganancia de este cuarto de siglo: cortaron todos los cables de luz al ras de las paredes, se llevaron el tablero general de electricidad del sector y rompieron la parrilla. Generosos y nostálgicos, también se llevaron los arcos, con el único objetivo de que volvamos a sentirnos pibes, y permitiéndonos contar siete pasos entre una pila de buzos y otra, para delimitar los palos. Gracias por todo. Les aseguramos que no los vamos a extrañar.

En casi cinco años de esta gestión, que asumió en diciembre de 2009 y debió afrontar embates de todo tipo, los socios de Muni recuperamos las canchas de tenis, la Confitería Central, y ahora las canchitas de fútbol y el boliche Follia, todos espacios que los socios podemos utilizar, y que a la vez el club como institución puede explotar comercialmente para terminar de sanear sus finanzas, al límite por el pago de juicios millonarios provocados por dirigencias pasadas.

Sólo falta recuperar la pileta cubierta y su vestuario, un espacio que nos robaron cuando se firmó el acuerdo con el club Athletia (sí, un club dentro de un club. Increíble pero real).

Nada es fácil, y en este período hubo aprietes, barrabravas de Defe y de Platense que le pegaron a los socios que intentaron impedir el ingreso de socios de Athletia a nuestro club y seguimientos de la exSIDE a varios de los dirigentes que avanzaron en busca de este presente.

El sábado 9 de mayo volví a ratificar que los sueños están para ser cumplidos. Y que lo imposible sólo tarda un poco más.

Gracias a todos los que lo hicieron posible. Y a seguir luchando por nuestro viejo y querido Muni.

Pablo Lisotto

Nació en la Argentina en 1975. Es Licenciado en Periodismo (TEA 1998). En marzo de 2006 creó www.damepelota.com.ar, por el cual recibió diferentes premios y reconocimientos (por ejemplo, fue invitado a los Juegos Olímpicos de Londres 2012). Actualmente cubre la actualidad de Boca Juniors para la sección Deportes del diario LA NACIÓN. Escribió seis libros: "50 Grandes Momentos de los Juegos Olímpicos", "50 Glorias del deporte olímpico", "50 Grandes Momentos de los Mundiales de fútbol" y "50 Grandes Momentos de la Copa América" (Al Arco, 2012, 2014 y 2015. Se pueden leer gratis en este sitio) y "Hazañas y Leyendas de los Mundiales" (Atlántida, 2014) y "Hazañas y Leyendas de los Juegos Olímpicos" (Atlántida, 2016). A fines de 2012 recibió una Mención Especial de ADEPA, en la categoría Deportes. Es especialista en Olimpismo y en Mundiales de Fútbol.

2 comentarios en «El día que los socios del Club Ciudad recuperaron sus canchitas de fútbol»

    • Felicitaciones a los actuales dirigentes del club, por todos los problemas con los que han tenido que lidiar para lograr este final feliz. Es cierto que en todo avance hacia la verdad y hacia merecidos logros, existen avances y retrocesos que dificultan la acción con el consiguiente sufrimiento, pero también es cierto que a pesar de ello, se disfruta más el éxito obtenido cuanto más dura ha sido esa lucha. GRACIAS POR TODO.Nada má y nada menos porque el club es y será nuestro segundo hogar.
      MARÍA ALICIA FARSETTI Socio 111791
      aliciafarsetti@gmail.com

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