Historia de los Mundiales

Brasil 1950

Tras el obligado receso producido por la Segunda Guerra Mundial, el Congreso de la FIFA decidió otorgarle a Brasil la organización de la cuarta Copa del Mundo, por sobre la Alemania nazi y otra vez la Argentina.

En el primer Mundial participaron sólo 13 selecciones. En 1934, en Italia, hubo asistencia de los 16 inscriptos. En Francia participaron sólo 15 en la ronda final, porque poco antes la Alemania nazi invadió y anexó a Austria. Tras el receso por la Guerra, en Brasil 1950 volvieron a ser 15 los participantes, porque Argentina renunció a concurrir, después de estar inscripta.

Entre los participantes apareció por primera vez Inglaterra, que abandonó la soberbia de considerarse superior a los demás por haber inventado este deporte y anunció su intervención en un Mundial.

En las camisetas aparecen los números de los jugadores dependiendo del lugar que ocupan sobre el terreno de juego.

La final es historia conocida, y una de las hazañas más imponentes de la historia de los Mundiales. El 16 de julio, Uruguay se enfrentó a Brasil en el Maracaná, estadio símbolo del fútbol brasileño. Con el empate, el equipo local era el campeón, y el gol de Friaca desató la fiesta en las tribunas. Sin embargo, y de la mano de un combativo Obdulio Varela, los uruguayos dieron la vuelta al resultado logrando su segundo Mundial, y creando la leyenda del Maracanazo. Ese hito tuvo varios héroes. Para los propios jugadores, además de la importancia del temperamental Obdulio Varela en la mitad de la cancha, hubo otro definitorio: Alcides Ghiggia, autor del 2 a 1.

Un año antes del comienzo del Mundial murieron, en un accidente aéreo en Superga, todos los jugadores del Torino. Sensibilizada por esta tragedia, la selección italiana optó viajar a Brasil en barco. Los entrenamientos se desarrollaron en la cubierta del transatlántico y en poco tiempo todos los balones que tenían terminaron en el mar. Italia cayó eliminada en el primer partido.

Resumen de la final
Brasil 1 – Uruguay 2
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Curiosidades:

  • Para celebrar esta Copa, los brasileños construyeron el estadio Maracaná, el más grande del mundo, con capacidad para 220.000 personas. Fue levantado en sólo 22 meses.
  • El partido final entre Brasil y Uruguay, se jugó a estadio repleto, siendo el partido que más presencia de espectadores tuvo.
  • La India, único país asiático en participar de esta Copa, decidió renunciar a la misma, ya que la FIFA no les permitía a sus futbolistas jugar descalzos como lo hacían en su país, por ser más cómodo.
  • Las autoridades brasileñas, desconsoladas como el resto de sus compatriotas por la derrota de su equipo frente al de Uruguay en la final, olvidaron entregar el trofeo a los nuevos campeones, por lo que Jules Rimet debió ingresar al campo de juego para llevar adelante esa ceremonia.
  • Además, la banda de música presente ese día en el estadio no tenía la partitura del himno uruguayo, lo que revela el ánimo que presentaban los organizadores sobre el resultado.
  • El arquero mexicano Antonio Carbajal constituyó un récord al ser el único jugador en participar de cinco mundiales, entre esta edición y la de 1966. Este récord sería igualado en 1998 por el alemán Lothar Matthaus.
  • En 1950, Brasil no sólo perdió un Mundial ante su público. Además, perdió un uniforme. Jugaban de blanco, pero ante tamaña desolación decidieron cambiar sus colores por los actuales verdeamarillos.
  • Además, tras la victoria de Estados Unidos ante Inglaterra (en la primera participación de los británicos en un Mundial), los telegrafistas solicitaron a los corresponsales que repitieran el comunicado con la noticia porque no podían creerlo.
  • Eric Nilsson de Suecia y Alfred Bickel de Suiza son los dos únicos futbolistas que participaron en la Copa del Mundo antes y después de la Segunda Guerra Mundial. Ambos jugaron en las ediciones de 1938 y 1950.
  • Luego de que el juez del partido pitara el final del mismo, los comentaristas deportivos calificaron aquel partido como “La peor tragedia de la historia de Brasil”. Al día siguiente un diario tituló “Nuestro Hiroshima”. El periodista brasileño Mario Filho, ideólogo del Maracaná, escribió en su columna: “La ciudad cerró sus ventanas, se sumergió en el luto. Era como si cada brasileño hubiera perdido al ser más querido. Peor que eso, como si cada brasileño hubiera perdido el honor y la dignidad. Por eso, muchos juraron aquel 16 de junio no volver nunca más a un estadio de fútbol”.
  • Pablo Lisotto

    Nació en la Argentina en 1975. Es Licenciado en Periodismo (TEA 1998). En marzo de 2006 creó www.damepelota.com.ar, por el cual recibió diferentes premios y reconocimientos (por ejemplo, fue invitado a los Juegos Olímpicos de Londres 2012). Actualmente cubre la actualidad de Boca Juniors para la sección Deportes del diario LA NACIÓN. Escribió seis libros: "50 Grandes Momentos de los Juegos Olímpicos", "50 Glorias del deporte olímpico", "50 Grandes Momentos de los Mundiales de fútbol" y "50 Grandes Momentos de la Copa América" (Al Arco, 2012, 2014 y 2015. Se pueden leer gratis en este sitio) y "Hazañas y Leyendas de los Mundiales" (Atlántida, 2014) y "Hazañas y Leyendas de los Juegos Olímpicos" (Atlántida, 2016). A fines de 2012 recibió una Mención Especial de ADEPA, en la categoría Deportes. Es especialista en Olimpismo y en Mundiales de Fútbol.

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