Steffi Graf
Steffi Graf ha sido, sin duda, la tenista más grande de los últimos 20 años del siglo XX. Incluso, con su apabullante récord de 22 torneos de Grand Slam superó a talentos como Martina Navratilova y Chris Evert, quienes llegaron a acaparar 18 títulos.
Desde 1987, Graf se transformó en la «imbatible». El 17 de agosto de ese año llegó al primer lugar del ranking y recién lo perdió 186 semanas después -cifra récord de semanas consecutivas como número uno, tanto en la categoría de mujeres como en la de hombres- a manos de la yugoslava (luego estadounidense) Mónica Seles.
Graf culminó ocho temporadas como número uno del mundo; de1987 a 1990 y de 1993 a 1996. Además, a lo largo de su carrera, la alemana se mantuvo en la cima del ranking de la WTA (Women Tennis Association) durante 377 semanas, también un récord absoluto e insuperado hasta hoy.
Con 107 títulos oficiales, Steffi sólo fue superada por Martina Navratilova (167) y Chris Evert (157) en torneos ganados. Entre esos logros, se destacan sus nueve festejos en el Abierto de Berlín y sus ocho triunfos en Wimbledon, la catedral del tenis.
Su participación en los Juegos Olímpicos se inició en Los Angeles, en1984, donde el tenis regresó como deporte de exhibición. Allí, Steffi ganó el título en individuales, con sólo 15 años. Pero sin dudas, el mejor año de Graf fue 1988. En esa temporada obtuvo el Grand Slam al lograr los cuatro títulos más importantes del circuito (El Abierto de Australia, Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de los EE.UU.). Y como si lo anterior hubiera sido poco, se colgó sobre su pecho la medalla de oro en los Juegos de Seúl, al superar a la argentina Gabriela Sabatini por 6-3 y 6-3 en la final de la prueba olímpica de tenis.
A pesar de mantenerse en un nivel superlativo, la alemana no pudo revalidar su título cuatro años más tarde. En Barcelona ´92, se tuvo que conformar con la medalla de plata, tras caer en la final ante la joven promesa estadounidense Jeniffer Capriati.
Steffi Graf se retiró de la competencia profesional el 13 de agosto de 1999, meses después de darle una clase de tenis a la suiza Martina Hingis en el polvo de ladrillo de Roland Garros y levantar ese trofeo por sexta vez en su carrera.
Su cuerpo perfecto fue deseado por hombres de todo el mundo y edades. Sin embargo, fue su carismático colega estadounidense André Agassi, quien le aplicó una certera volea a su corazón. Junto a él, Steffi recorre hoy los distintos estadios del mundo, acompañándolo y recibiendo el reconocimiento del público, además de mostrarse como una orgullosa madre de familia.
Ultimo punto de la final entre Graf y Sabatini:
Ceremonia de medallas: